Los bancos marisqueros de Galicia, como sucede con los polígonos de cultivo de mejillón en batea, se benefician desde hace meses de una ausencia generalizada de biotoxinas marinas.

Absolutamente todas la zonas productoras, a excepción de una de la ría de Vigo, están abiertas a la extracción de moluscos infaunales, es decir, aquellas especies que viven enterradas en el substrato, como la almeja, el berberecho, la navaja o el longueirón.

En cuanto a los moluscos epifaunales como la volandeira y la zamburiña, las únicas rías que tienen todas sus zonas productoras abiertas son las de Arousa y Ferrol.

Respecto a las bateas de mejillón a las que se aludía anteriormente, hay que insistir en que los productores disponen de medio centenar de polígonos repartidos por todas las rías gallegas para llevar su producto al mercado.