Los operarios municipales procedieron ayer a la instalación en la Plaza de Ravella de unas estacas de protección de los contenedores del servicio de recogida de basura con el fin de evitar los continuos desplazamientos de los mismos por el área peatonal.

Los recipientes en los que se depositan los residuos sólidos urbanos son constantemente cambiados de sitio, según convenga a los vecinos de la zona, lo que dificulta el trabajo del personal de la empresa concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras. Para este personal ya es complicado el vaciado diario de los contenedores porque están situados en medio de la plaza.

Para evitar que el camión de la basura tenga que subirse a la zona peatonal, con el consiguiente deterioro del enlosado de piedra, un trabajador de la empresa Cespa en un vehículo pequeño, traslada todas las noches los recipientes al borde de la calle Juan Carlos I.

De este modo el transporte engancha y vacía los depósitos y los deja para que vuelvan a ubicarse en la misma zona.

Con la nueva señalización mediante postes atornillados al pavimento, que llegan a la altura de los contenedores, también resultará más fácil para los operarios de Cespa que ahora tendrán un referente a la hora de volver a colocarlos vacíos a disposición de los vecinos y comerciantes de la zona.