El enfrentamiento abierto que tiene el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, con la Diputación de Pontevedra desde que se registró el cambio de gobierno volvió a vivir ayer un nuevo capítulo.

En esa ocasión, el vilanovés estalló por la "parálisis que sufre la ampliación del vial de Baión, una obra que se contrató el pasado mes de junio y de la que no hemos vuelto a saber nada, pese a que se trata de una actuación de seguridad vial muy importante para el tráfico en ese punto". La actuación suponía una inversión de 1,7 millones de euros y afectaba a un tramo de tres kilómetros de longitud que "está paralizado, algo que no tiene ningún sentido, porque es dar un paso atrás en el proceso administrativo; esto no es forma de gobernar, pero es lo que pasa cuando gobiernan una pandilla de perdedores e inútiles como los de la Diputación".

El regidor personificó sus críticas en la presidenta de la institución provincial, Carmela Silva, de la que dijo que "con el auge de las mareas y de todos estos grupos izquierdistas, sabe que no va a volver a ser presidenta, por lo que hace como los piratas del Caribe cuando llegaban a un puerto, saquear, pero en este caso la Diputación".

Durán reconoció que los vecinos de la zona "se acercan al Concello muy preocupados con lo que está pasando con esta actuación, que esperamos que no hayan paralizado, porque no tendría ni pies ni cabeza". Asegura que, desde que se adjudicó la obra, hace más de siete meses "no hemos tenido ningún tipo de comunicación oficial al respecto, algo inaudito, ya que la obra tendría que desarrollarse dentro del término municipal de Vilanova". No le sorprende esta actitud, ya que "recuerda a lo que hicieron con la casa da cultura de O Esteiro, cuando decidieron paralizar la obra sin comunicárnoslo a nosotros, y creo que no hemos sido los únicos que hemos sufrido esto desde que tomaron la Diputación".