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Ribadumia niega la licencia a la Pousada al no respetar la obra el proyecto original

La Diputación debe entregar varios documentos y un aval al Concello para obtener el permiso de primera ocupación -Las supuestas irregularidades son de la época de Louzán

La Pousada de Ribadumia está inspirada en el mundo del vino y fue diseñada por Mauro Lomba. // I.Abella

La obra de la Pousada de Ribadumia, que está prácticamente terminada desde hace más de un año, no se ajusta el proyecto original. Así de contundentes se muestran los técnicos del Ayuntamiento de Ribadumia, que examinaron el edificio después de que la Diputación les solicitase la licencia de primera ocupación.

Pero no es ésta la única irregularidad que tendrá que enmendar el actual gobierno municipal si quiere poder entregar también la Pousada de Ribadumia al grupo hotelero Hotusa, tal y como ya hizo hace unos días con las de A Lanzada y A Armenteira. El alcalde, David Castro, reconoció ayer a preguntas de los medios de comunicación, que el ente provincial también tiene que entregar un aval que está pactado para la apertura de una calle del perímetro; presentar el proyecto reformado del final de obra; solicitar formalmente la legalización de todas las actuaciones hechas antes fuera de licencia; y justificar las plazas de aparcamiento según la normativa vigente.

El independiente David Castro declaró ayer que "nosotros queremos apoyar y sacar el proyecto de las Pousadas para delante, pero para que el Ayuntamiento pueda dar la licencia, la Diputación ha de cumplir primero la normativa y entregar completa toda la documentación".

Se trata así de un problema que ha de resolver el bipartito encabezado por Carmela Silva, pero heredado de la época en que estaba al frente de la Diputación Rafael Louzán, ya que las obras del edificio supuestamente irregulares se hicieron siendo él presidente.

Aún estaba Louzán en la presidencia de la Diputación en mayo de 2015, momento en el que el ente provincial solicitó al Ayuntamiento de Ribadumia la licencia de primera ocupación. Eran vísperas de las elecciones municipales, que supusieron un inesperado vuelco electoral tanto en la Diputación como en el propio Concello, y el asunto quedó unos meses en punto muerto.

En octubre, el Concello envió un escrito de respuesta a la Diputación, indicándoles que para poder la licencia que se les estaba pidiendo faltaba aún una serie de documentación. Posteriormente, en diciembre, el organismo provincial la remitió al Ayuntamiento, pero una vez más llegó incompleta, según David Castro. El problema más grave, añade, es que la construcción final no se ajusta a lo que se había proyectado inicialmente.

La socialista Carmela Silva ha criticado en innumerables ocasiones la gestión política del proyecto de las Pousadas, al considerar que el equipo de Louzán había incurrido en constantes irregularidades. Poco después de las elecciones, los diputados del Partido Popular reclamaron la apertura inmediata de las Pousadas, a lo que el diputado del PSOE Santos Héctor les contestó que la anterior Diputación había dejado de tal modo el proyecto que la empresa que había ganado el concurso (Arlea Hoteles, del grupo Hotusa) se negaba a asumir los edificios.

La situación urbanística y administrativa de edificios públicos ya causó hace unos meses una agria polémica en Ribadumia con el cierre temporal del tanatorio municipal, ordenado por el anterior gobierno. También en ese caso, el tripartito alegó que la obra no se correspondía con el proyecto inicial y que estaba funcionando sin licencia.

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