Aunque el riesgo parece escaso, no es menos cierto que los bancos marisqueros pueden verse afectados, aunque solo sea durante la ejecución de las obras a causa del incremento de sólidos en suspensión en la columna de agua.

Los promotores del puerto deportivo lo saben, de ahí que se comprometan a ejecutar medidas preventivas y correctoras tales como el establecimiento de un plan de vigilancia ambiental específico para el control del entorno de la isla.

Sea como fuere "no se producirá una merma en la producción de moluscos debido a una ocupación espacial de los bancos marisqueros, ya que el espacio a ocupar por las instalaciones propuestas se refiere a los límites reglamentarios de la zona de servicio portuario" existente en la actualidad.