Los vecinos de Catoira que reclaman desde hace meses la devolución de las parcelas que les fueron temporalmente ocupadas para construir el Eje Atlántico del Tren de Alta Velocidad (TAV) siguen sin noticias al respecto.

Dicen sus abogados que "nada se sabe del expediente", de tal forma que hay terrenos "que no fueron devueltos, que no recuperaron su estado original tras la ejecución de los trabajos sobre ellos, que permanecen cubiertos de escombros e incluso que están continuamente anegados, y no precisamente a causa de las crecidas de los ríos -en este caso el Ulla- provocadas por las intensas lluvias, sino porque las obras realizadas eliminaron viejos muros y rebajaron la cota del terreno, por lo que ahora se anega cada vez que sube la marea".

Protesta a pie de finca

De este modo los vecinos catoirenses afectados y sus abogados insisten en lo que denunciaron hace más de un mes a través de FARO, cuando salió a relucir el caso concreto de Manuel Romero, un octogenario que fue objeto de expropiación temporal pero que aún no pudo recuperar sus fincas de labradío y viñedos.

Este hombre llegó a protestar, pancarta en mano, para exigir lo que le pertenece, y lo hizo recordando que lo que antes era un terreno de labradío ahora está situado bajo el viaducto del TAV, cubierto de cascotes e inundado con frecuencia.

"En el Ministerio de Fomento no aclaran si continúa la afectación de las parcelas, pero en cualquier caso no existió acuerdo alguno para ampliar el plazo y tampoco se abonaron las oportunas indemnizaciones en caso de aumentar el tiempo de ocupación, por lo que es preciso que se brinden explicaciones urgentes a este respecto y se pague a los afectados o se les devuelvan las fincas de inmediato", dicen los abogados.

Uno de ellos, precisamente el representante legal de Manuel Romero, solicitó a Fomento "que se notifique de inmediato" a los damnificados "sobre la devolución de las parcelas o la continuación de la afectación", advirtiendo de que "las fincas deben ser devueltas conforme a su estado y condición original, con sus muros y en su uso anterior de labradío y viñedo".

En las reclamaciones formuladas, las últimas este mismo mes, se hace constar que el plazo de ocupación de los terrenos finalizaba en diciembre pasado, "una vez cumplidos los 43 meses" que había establecido el Ministerio de Fomento "y sin que se recibiera ninguna comunicación oficial sobre la devolución de las parcelas".