Los responsables del club náutico O Muíño, de Ribadumia, admiten que han tenido contactos con Augas de Galicia y la empresa Inmobiliaria La Toja respecto a la represa que se pretende ampliar en las proximidades de Cabanelas, en el Umia pero niegan que estén de acuerdo con el proyecto previsto.

Explican en un comunicado que su propuesta principal pasa porque la empresa que gestiona el agua en A Toxa (O Grove) debería negociar con el Ayuntamiento para que "le permita el enganche en el puente y así evitar todo esto".

El director técnico del club náutico, José Manuel Vázquez explica que en todo momento han manifestado su oposición a la obra prevista, aunque admite que se hace necesario buscar una solución a los periódicos movimientos de tierra que se producen en la actual infraestructura.

Denuncia el director técnico del club de piragüismo que Augas de Galicia autoriza todos los años a la inmobiliaria La Toja a que "entre con una pala y varios camiones de tierra y piedras para asegurar la actual represa con lo que supone para el río Umia".

Entienden, por tanto, que aunque es necesaria una solución a este problema de movimiento de tierras en el río "estamos en contra de un proyecto de semejante envergadura".

Insisten en el club que mantienen la alegación "en la que se solicita que no se haga la obra y, en compensación, se permita a la inmobiliaria subir un par de kilómetros la tubería, de modo que la represa sería innecesaria".

Por otra parte, reconoce el club que Augas de Galicia instó a la empresa inmobiliaria a reformular el proyecto "ya que el inicial no era adecuado".

Así, esta entidad deportiva mantiene la postura que expresó el gobierno local de Ribadumia el pasado jueves en contra de esta infraestructura necesaria para siministrar agua a los vecinos de A Toxa, especialmente en verano cuando se llenan de turistas los hoteles y en el que también es preciso el mantenimiento del campo de golf en buenas condiciones de uso.

La represa tendría una dimensión de unos 40 x 40 metros y un muro que levanta 1,80 metros, y obligaría a desviar un tramo del río de 650 metros durante las obras.