La conselleira do Mar, Rosa Quintana, compareció ayer por segunda vez en el Parlamento de Galicia para hablar de la Lei de Acuicultura. Insiste en sus tesis de que la finalidad de la misma es mejorar la actividad en Galicia, y de que el texto no se puede retirar puesto que únicamente es un borrador.

Las explicaciones de la titular de Mar no convencen a los que claman por la retirada definitiva de la ley, como el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que presentó una Proposición non de Lei con esa demanda, al margen de la interpelación de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), que es a la que respondió Rosa Quintana.

Entre el público presente en el hemiciclo estaban varios patrones mayores, muchos de ellos de la ría de Arousa, así como representantes de organizaciones de mejilloneros o presidentas de agrupaciones de marisqueo.

Rosa Quintana manifestó en el Parlamento que el anteproyecto de la ley acuícola "es un borrador que no se puede retirar porque no está en ningún trámite legislativo y todo su contenido es susceptible de cambio, sin líneas rojas". En este sentido, añadió que el gobierno gallego "no aprobará una ley de acuicultura sin tener el respaldo del sector y mientras los profesionales no vean que la norma nace precisamente para apoyarlos".

El anteproyecto de la Lei de Acuicultura pretendía, según la Xunta de Galicia, dotar al sector de las herramientas necesarias para encarar el futuro y progresar, pero los mejilloneros y cofradías lo han visto como un ataque frontal a su supervivencia. Según ellos, el texto abre la puerta al asentamiento en Galicia de multinacionales acuícolas y a la explotación intensiva de las rías, con el empleo de piensos y productos antibióticos.

Los contrarios a la ley iniciaron una intensa campaña de presión social en contra del documento, que se tradujo principalmente en la decisión de los plenos municipales de posicionarse de forma unánime en contra de la ley. A resultas de ello, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo anunció el 27 de enero la paralización de la ley. Esa misma tarde, Rosa Quintana ya compareció por primera vez en la Cámara. Ayer fue la segunda.

La conselleira do Mar pidió en esta ocasión "que no se trate de engañar al sector", y explicó que "el borrador está parado, tal y como nos solicitaron muchos de los que ahora piden retirarlo". Señaló además que desconoce "el motivo que los lleva a pedir la retirada de este texto", puesto que según ella "eso impediría sentarse y plasmar el diálogo y consenso que pedía una parte del sector".

En ese sentido, valoró la importancia de la norma como "una herramienta para llenar muchas lagunas legales que pueden dar al traste con el futuro de nuestra actividad acuícola".

Intereses políticos

La interpelación la firmaba el vilagarciano Juan Fajardo, diputado de AGE. Sobre el texto de los esquerdistas, Quintana lamentó que "no preguntaron por muchos aspectos de esta ley por los que pudiesen tener dudas o inquietudes, y sí por el camino político de la misma". Así, lamentó que según ella AGE "no ofrezca información correcta y verídica, y que se olvide del rigor y la corrección en el mensaje". En esta línea, la conselleira quiso dejar claro que prefiere anteponer "el sector a la política".

Quintana abordó en su intervención algunos aspectos técnicos de la ley. Así, especificó que "el anteproyecto no contempla retirar las ayudas a las mariscadoras", y que "con el nuevo Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, y accediendo al estatus de acuicultoras, podrían tener acceso a más ayudas".

En este sentido, incidió una vez más en que la posibilidad que prevé el borrador de la conversión del marisqueo en acuicultura "es absolutamente voluntaria y reversible", y que "se mantiene la estructura colectiva de la actividad".

Añadió que el borrador del texto de la normativa no impone una acuicultura multitrófica (la que combina diferentes especies), "como hacía usted hace dos años", le reprochó la conselleira a Juan Fajardo. Además, la titular de Mar lo criticó por hablar según ella desde "el desconocimiento", ya que en su opinión el parlamentario arousano "pretende defender las especies herbívoras". "Hay que tener en cuenta que esas especies que usted pretende cultivar son la carpa, la tilapia o el panga, ajenas a estas aguas, al contrario del rodaballo, el lenguado o la trucha", aseveró.

Sea como fuere, la polémica sigue en la calle. Las mociones en contra de la ley aún se debaten en los concellos -el lunes pasado fue el turno de Meaño- y sigue en la agenda una gran manifestación.