Vilagarcía experimenta por primera vez en varios años un crecimiento de la demanda de ciudadanos interesados en alquiler una vivienda de promoción pública (VPP). Así lo demuestran los datos del Rexistro Único de Demandantes de Vivenda de Galicia, el cual cifra en 109 las personas inscritas en la capital arousana como solicitantes de pisos sociales en régimen de arrendamiento, frente a los 77 que se computaban a estas alturas del año pasado. Esto se traduce en un incremento del 41,5%.
En relación a las viviendas de promoción pública para adquisición o alquiler con opción a compra en Vilagarcía, la demanda sigue estancada, incluso con una disminución con respecto a enero de 2015. Así, por aquel entonces el Rexistro de la Xunta contemplaba a 8 vilagarcianos interesados en tener en propiedad un piso social (6 ahora) y a 15 los que preferían un alquiler con la posibilidad de comprar el inmueble con el paso de los años (12 en la actualidad).
También en lo que se refiere a los apartamentos protegidos pero de promoción privada (permiten a los beneficiarios disponer de mayores ingresos), las peticiones son muy residuales, con solo 8 demandantes: 5 para compra, 2 para alquiler y 1 para arrendamiento con opción a compra.
El principal motivo del desplome de la demanda de vivienda protegida registrado durante los últimos en Vilagarcía era la inexistencia de oferta. Y es que en una década el Gobierno gallego construyó en la capital arousana 72 viviendas sociales, que son las destinadas a personas con menores recursos. Se trata de los 40 pisos levantados entre 1998 y 1999 en la calle Celso Emilio Ferreiro y los 32 del Bosque de Desamparados. Son cifras que distan notablemente de los 1.401 promovidos por empresas privadas entre los años 2000 y 2013.
Con el pinchazo del ladrillo también cayó el volumen de viviendas construidas destinadas a venderse como de protección oficial. Los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE) así lo avalan. El año 2008 marcó un antes y un después en este sentido. Durante ese ejercicio solo se vendieron en Vilagarcía 15 viviendas protegidas -tanto de promoción privada como pública- frente a las 143 del año anterior, es decir, casi diez veces menos.
El año de mayor bonanza fue 2005, cuando se llegaron a realizar 206 transacciones inmobiliarias de pisos de protección. También el mercado libre batió récords ese año.
Desde 2008 las ventas fueron en picado, con la única excepción del pasajero repunte de 2009.
