La larga noche de carnaval en A Illa no solo dejó diversión y buenos momentos. También hubo que lamentar episodios de gamberrismo que no hicieron más que empañar unas horas que estaban marcadas para la celebración y no para el salvajismo.

Uno de los actos más evidentes fue el derribo de la balaustrada de un muro en la zona de O Cantiño que los vándalos se encargaron de tirar a base de golpes en todos los pivotes que adornaban la parte superior del muro.

No se quedaron ahí los actos puesto que los vecinos también denunciaron incluso la entrada en el vestíbulo de alguna vivienda para realizar diversos desperfectos. Además de romper varias plantas en la zona previa a la entrada de la vivienda, también hubo gente que defecó y orinó en el lugar. Del mismo modo también se registraron varios desperfectos en automóviles. Además de rotura de los retrovisores, también hubo marcas de rayazos en los vehículos. Incluso en alguna de las viviendas del centro de A Illa hubo roturas de cristales. Una afectada por estos actos vandálicos apuntó que "es gente que viene de fuera porque siempre pasan estas cosas los lunes de carnaval. Cuando se celebra San Xulián y otras fiestas más locales nunca tenemos que lamentar destrozos de esta manera".

Al margen de los actos vergonzosos comentados, la noche más larga del carnaval arousano contó con menor participación que otros años. El mal tiempo condicionó las ganas de fiesta de muchos, aunque igualmente se registró un buen ambiente.