-Estaremos hablando de un material fotográfico enorme.
-Sí, pero lo comenté una vez en el grupo de Facebook. No quiero agobiar a la gente en ese grupo y no lo voy a utilizar como una página personal para publicar a mi antojo. Es un grupo que hay más de tres mil personas. Hasta 2013 tengo fotos de Vilagarcía. Además entre 1999 y 2011 hice un trabajo de retratos de mujeres y muchas son en Vilagarcía, pero en 2013 decidí no hacer ya más fotos.
-¿Y qué le llevó a tomar una decisión tan drástica?
-Porque existe una burbuja fotográfica salvaje, parecida a la inmobiliaria en su momento. Las exposiciones se suceden sin público, hay libros publicados que ni se conocen? Pensé que lo que me tocaba a mí era revisar y clasificar todo lo que tenía y no producir más. Además el talento no dura para siempre porque ves que comienzas a repetirte y mis últimas fotos no me daban buenas sensaciones y me dediqué a revisar lo que tenía. Es cierto que nunca hice nada en digital, pero sí utilizo el escáner para trabajar fotografías y negativos que tengo. La verdad es que sacas cosas que antes en el laboratorio costaba mucho trabajo. Ahora escaneo con buena calidad porque veo que no tengo nada nuevo que contar y ya hay muchísima gente haciendo fotos.
-La fotografía es para usted?
-Un oficio. Siempre fue un oficio. En un momento determinado tienes que decidir que quieres ser y decidí ser fotógrafo, pero no estoy de acuerdo en aquello de que toda la fotografía es un arte y todo el que hace una fotografía es un artista.
-¿Qué debe reunir un buen fotógrafo?
-Hacer buena fotografía ya no es cosas de fotógrafos profesionales. Cualquier persona hace fotos de bastante calidad por la tecnología. Lo difícil es darle mensaje y discurso a cada foto.
