El arquitecto José Bar Bóo tiene una calle en la urbanización de O Castriño por haber redactado el Plan General de Urbanismo de la ciudad; a los políticos y militares López Ballesteros, dueños del pazo de A Golpilleira, se les recuerda con uno de los viales más importantes del barrio de Os Duráns; Y José María Rivero de Aguilar le da nombre a la calle que pasa entre el jardín Miguel Hernández y la zona TIR. No era vilagarciano, pero entre los años 40 y 50 del siglo pasado le hicieron Hijo Adoptivo y le dieron la medalla de oro de la ciudad por establecer en ella los talleres de Renfe y promover otras obras...
Pero no solo en Vilagarcía hay alusiones a su historia. En Cambados, por ejemplo, el malogrado escultor Narciso Pérez es recordado en una de las principales arterias de San Tomé. Pérez era un escultor con mucho talento, llamado a suceder en su trono a Francisco Asorey, pero un accidente de tráfico le costó la vida cuando ni siquiera había cumplido los 30 años. También hay referencias a Joaquín Sánchez Peña o el Padre Peña, aunque falta por encontrarle un hueco a Dolores Bechade, "La Francesa", filántropa que donó en su día los terrenos donde ahora están el auditorio de A Xuventude y el colegio salesiano de Castrelo, y donde estuvo el campo de fútbol de A Mercede. Fue el PSOE el que propuso en su día homenajearla, y ahora que está en el gobierno tiene la posibilidad de hacerlo. En O Grove recuerdan a los industriales Otero Goday, y en Vilanova al alcalde y maestro Agustín Jambrina o al compositor Francisco Rey Rivero.
