La Lei de Acuicultura de Galicia que propone la Consellería do Mar, actualmente paralizada a la espera de reconducir el diálogo con el sector del mar, impedirá la instalación de jaulas de cultivo de peces dentro de los polígonos bateeiros actualmente dedicados al mejillón.
Así se lo hizo saber la Administración a los dirigentes bateeiros integrados en la Comisión do Mexillón -representantes de la práctica totalidad del sector designados por éste-, y así se trasladó en diferentes reuniones, donde además se anunció la posibilidad de eliminar la veda de extracción de la mejilla, de forma que esa semilla pueda ser recolectada en cualquier época del año.
Al igual que se comprometió la Consellería do Mar a permitir que todas las bateas puedan disponer de los 6.000 metros de cuerda autorizados, ya que actualmente se permiten un máximo de 500 por batea, con 12 metros de largo cada una, y aunque eso ya equivale a los 6.000 metros, no todos los viveros pueden hacerlo, ya que los hay fondeados a menos profundidad.
Este compromiso, dicho de otro modo, permitirá superar las 500 cuerdas por batea, hasta llegar al tope de 6.000 metros.
Lo que sucede, y así lo confirman en la Consellería, es que nada de esto puede suceder si no se regula mediante la aprobación de la Lei de Acuicultura de Galicia que los propios bateeiros rechazan de forma mayoritaria.
En todo ello tiene previsto incidir Mar en cuanto se retome la ronda de negociaciones con el sector para pulir el anteproyecto ahora "en pausa".
Lo más llamativo, y sin duda también saldrá a relucir en esos encuentros, es lo que sucede con las jaulas de peces, pues en el año 2008 el anterior gobierno bipartito de la Xunta (PSOE-BNG) llegó a autorizar la colocación de una veintena en la ría de Arousa, a pesar de que en ella se sitúan 2.200 de las 3.300 bateas gallegas de mejillón.
De la mano de la exconselleira socialista de Pesca, Carmen Gallego, llegaron a instalarse dos de esas jaulas, aunque solo una estuvo operativa a pleno rendimiento. Finalmente fue trasladada a la ría de Muros-Noia, pero tras pasar alrededor de tres años en aguas arousanas, donde se criaron "unos buenos salmones", según indicaban los responsables del proyecto.
A pesar de aquella "intromisión" en el "dominio" de los mejilloneros la contestación social, que la hubo, fue mucho más suave que la que se vive ahora que está sobre la mesa el borrador de la ley acuícola, y eso que lo sucedido en 2008 se trataba de hechos consumados y lo que se plantea ahora es la elaboración de un articulado para favorecer la instalación de este cultivo de peces en las zonas designadas al efecto, pero nunca dentro de los polígonos mejilloneros.
La muy diferente reacción entre lo sucedido entonces y lo que ocurre ahora es lo que lleva a diferentes miembros de la Consellería do Mar a intuir que buena parte de la polémica creada en las últimas semanas obedece algún tipo de "manipulación política con fines electoralistas".
Según ha trascendido en las últimas horas, después de los primeros contactos con diferentes bateeiros, en la Consellería do Mar creen "injusto que ahora se monte esta revolución con una ley que lo que quiere, precisamente, es regular y controlar este tipo de cosas".
De ahí que el anteproyecto "reduzca arbitrariedad tanto a la Administración como a los dirigentes del sector, indicando, por ejemplo, que donde se cultiven moluscos no se van a poder cultivar organismos que necesiten de una alimentación suplementada".
En Mar consideran que de este modo "estamos protegiendo la acuicultura que se está desarrollando en la actualidad en nuestras rías, mientras que si no se hace esta ley cualquier dirigente sin escrúpulos podría hacer lo mismo que hizo el gobierno bipartito en 2008 autorizando las jaulas de peces en Arousa, a pesar de que es la ría que más carga de producción soporta y no hay espacio para meterle mucho más". Y sentencian que "colocar esas jaulas está actualmente permitido; regularlo para decir dónde y garantizar el mínimo impacto depende de la nueva ley acuícola".
