Usuarios del pabellón de deportes de Coirón urgen al concello medidas para acabar con la condensación del interior de la instalación deportiva que deja impracticable la cancha cada vez que llueve. El club Asmubal Meaño de balonmano, con sus equipos de base y el de categoría sénior, y los niños del CEIP de Coirón son los principales perjudicados por la situación por cuanto son los usuarios habituales del pabellón.

El presidente del Asmubal José Veloso se hace eco de la situación: "Desde navidad -lamenta- solo hemos podido entrenar dos días por problemas de condensación, que se produce a poco que llueve". "Incluso el pasado fin de semana, que no llovió pero que existía ambiente de atmósfera baja, la humedad no nos permitió entrenar el viernes, y el sábado tuvimos que trasladar el partido ante el Bueu a O Grove". Y no solo es una cuestión de condensación, según denuncian desde el club "por cuanto cuando llueve una esquina del pabellón mete agua, y de hecho la vemos caer resbalando por una columna que está situada en el interior del lado que da hacia la calle".

El Ceip de Coirón es el otro gran afectado por la situación del pabellón, por cuanto la instalación, anexa al patio del colegio, es de uso conjunto también para los escolares del centro. De hecho es en ella donde se llevan a cabo por las mañanas las sesiones de educación física o deporte escolar. La directora del colegio Cuca Da Silva también lamenta la situación: "La condensación -asegura- en la pista es un problema y cada vez que aparece tenemos que suspender las clases de educación física en el pabellón por el riesgo que conlleva para los niños la situación de la cancha".

No es el único pabellón de Meaño que presenta problemas con la condensación, por cuanto en el del Xil la situación es aún si cabe peor. De hecho han sido varias las semanas que desde principios de diciembre que en esta instalación no pudo llevarse a cabo la actividad extraescolar de patinaje que promueve la Anpa del colegio As Covas, actividad que fue desviada a este pabellón por el concello toda vez que el de As Covas-Meaño estaba en obras. Cierto que en este caso se trata de una instalación deportiva con poco uso desde su construcción, por lo que son menos las personas o colectivos afectados. Además el concello no tiene en sus planes gastar más dinero en esta infraestructura deportiva para la que el actual grupo de gobierno tiene otros planes respecto de su futuro.

Un problema con la condensación similar al pabellón de Coirón lo padecía hace años el viejo pabellón de Monte da Vila en O Grove donde la solución adoptada en su día fue el dotar la instalación de cañones de aire caliente. Alfredo Bea, edil responsable del área entonces, recuerda la situación: "Fue hacia 2009 cuando dispusimos en principio de dos cañones de aire caliente que funcionaban con gas propano y que sustituyeron unos anteriores que ya funcionaban a base de diésel". "Con los cañones de propano -continúa- el consumo pasó a ser realmente bajo y además evitamos emitir los gases contaminantes del gasóleo". La inversión fue razonable por cuanto, según apunta, "aquellos dos cañones supusieron poco más de los mil euros, y luego decidimos ampliarlos con dos más para mejorar el rendimiento". Los cuatro cañones se conectan uno quince minutos antes del uso de la pista cuando hay humedad "y además de resolver el problema de la condensación -apunta Alfredo Bea- sirven como calefacción al pabellón, lo que la gente agrade en invierno cada vez que se celebran el festival de comparsas u otros eventos".

Estos cañones de aire se encuentran dispuestos a pie de suelo en las cuatro esquinas del pabellón, cuentan con una tubería y solo se accionan cuando la situación lo requiere.