Los detractores de la Lei de Acuicultura de Galicia van a mantener su presión a pesar de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer que se paraliza temporalmente la tramitación del articulado.

Los principales responsables del movimiento creado por cofradías de pescadores y agrupaciones de bateeiros con el propósito de frenar el trámite legislativo sostienen en que "no basta con pararlo, por mucho consenso que se quiera buscar; lo que hay que hacer es anular definitivamente esta ley acuícola y aplicar la Lei de Pesca ya existente".

Garantías para el sector

Para tranquilizar a las gentes del mar, Feijóo insistió en sede parlamentaria, y la conselleira Rosa Quintana hizo lo propio, en que "se pausa" la ley de acuicultura "hasta que el sector vea que está hecha para darle garantías, para que pueda obtener fondos europeos y para que pueda protegerse de las empresas que quieren especular y que no quieren crear puestos de trabajo".

Es decir, que el presidente de la Xunta sirvió en bandeja de plata lo que hasta ahora se había reivindicado puerto a puerto, pleno a pleno. Pero eso no parece suficiente, pues la mayoría de quienes hasta ahora estuvieron en pie de guerra contra el anteproyecto planteado por Mar garantizan que van a mantener esa misma línea, pues "no queremos que se pare nada y que traten de convencernos de que esta ley está bien; lo que buscamos es que desaparezca y no se aplique", sentencian.

De este modo dejan claro que no hay posibilidad de diálogo y consenso alguno en atención al articulado propuesto, por mucho que Feijóo trate de convencer al sector de que esta ley "nace justamente para respaldarlo" y de que "su aprobación debe contar con el apoyo del propio sector", de tal manera que "mientras no vea que esta ley es suya, no se aprobará".

Alcalde de Vilanova

Esta decisión provoca la satisfacción solo de una parte del sector, aunque sea menos ruidosa que la que se opone. Y también la de muchos de los que se enfrentaron a la Consellería do Mar y la Xunta aún perteneciendo al mismo partido, como es el caso de Gonzalo Durán Hermida, el alcalde conservador de Vilanova. Este regidor fue uno de los primeros en posicionarse al lado del sector y contra el PP, de ahí que ayer, tras escuchar las palabras de Feijóo, se mostrara radiante.

"Estamos satisfechos porque esto era lo que queríamos; se pidió que se retirase y así ha sido, con la palabra del presidente de que no se vuelve a presentar la ley hasta que se consensúe con el sector, y esa era nuestra reivindicación", manifestó el alcalde.

Sabe que "hay una buena parte del sector que está contento con esta decisión", pero también es conocedor de que hay otra parte aún en contra, insatisfecha con la decisión de Feijóo y pidiendo la desaparición total de la ley acuícola y el desarrollo de la Lei de Pesca.

Ante esto Durán replica que "lo lógico es que si queda paralizado este anteproyecto se aplique la Lei de Pesca, pero que nadie dude de que si la legislación sobre acuicultura que ahora se planteaba no se sigue tramitando mientras el sector no esté de acuerdo significa, sencillamente, que queda paralizada, por lo que no hay más que hablar ni nada por lo que protestar".

El alcalde conservador insiste en que "el compromiso del presidente Feijóo es claro y muy importante, ya que lo que deja patente es que no habrá Lei de Acuicultura sin un consenso previo, y eso es lo que siempre planteamos".

Cofradía de O Grove

Pero lejos de este tipo de interpretaciones están, como se decía al principio, las de cofradías y bateeiros que se mantienen firmes contra el anteproyecto.

A modo de ejemplo, decir que la Confraría de Pescadores San Martiño, con socios de O Grove, Meaño, Sanxenxo y Cambados, también se pronunció una vez conocida la decisión del presidente de la Xunta y en las redes sociales colgó el siguiente mensaje: "Feijóo paraliza la ley, pero no la retira; ¡seguimos luchando!".

Antonio Otero, el patrón mayor grovense, dice que "está bien eso de que Feijóo frene la tramitación, pero sería mucho mejor para todos la retirada total de esta ley, que en definitiva es lo que queríamos y seguimos queriendo en el sector; no basta solo con esta paralización temporal".

Sabe, como bien dice el presidente, que "siempre puede abrirse una vía de diálogo y buscar el consenso", pero ya advierte de que "lo que vamos a exigir desde el sector es la retirada absoluta, ya que hay mucho que discutir todavía antes de tener una ley de acuicultura".

Es por ello que concluye que "la satisfacción es relativa, pues aunque se ha frenado todo esto, y es un quebradero de cabeza menos, la decisión puede ser aún mucho mejor para todos; debemos seguir presionando para que se anule el anteproyecto de una vez por todas".

De este modo queda claro que los principales detractores del anteproyecto no están dispuestos a ceder en sus presiones. Aunque hasta ahora se demandaba la retirada del texto para buscar el consenso, parece evidente que ni con diálogo ni sin él, pues no se quiere esta ley de ninguna de las maneras.

PDRA

Y otra prueba de ello es lo que apunta Joaquín Rubido (Xocas), el presidente de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), encargada de canalizar la oposición de cofradías y bateeiros ante la pretendida Lei de Acuicultura de Galicia.

Se muestra cauto, y en absoluto satisfecho, pues considera que el presidente de la Xunta "sigue defendiendo que la ley es buena y el diálogo que dice buscar es para hacerlo ver así, pero nuestra posición no es esa, sino que defendemos la retirada del anteproyecto, y solo después será el momento de abrir el diálogo con los sectores productivos para empezar desde cero".

Lo que quiere decir es que "estructuralmente esta ley no es reformable, ya que su eje vertebrador son los criterios por los que se otorgan las concesiones, los cuales son estrictamente económicos y técnicos". Esto significa que "no propicia la igualdad con los sectores productivos tradicionales, sino todo lo contrario".

Entienden en la PDRA que el anuncio realizado por el presidente "es un movimiento para intentar calmar los ánimos, aparcando la ley y prometiendo diálogo para demostrar que es buena, pero insisto en que eso no es lo que demandamos, lo que queremos es que se cierre para siempre este episodio".

Es por ello que "frente a este movimiento destinado a generar unas expectativas que son falsas, lo que vamos a hacer es seguir presionando para que se retire el anteproyecto definitivamente", garantiza Joaquín Rubido.

Abogado

Como él se pronuncia el abogado Alberto Muñoz, representante de diferentes cofradías de pescadores y uno de los portavoces del movimiento creado en Galicia para rechazar la ley acuícola. El letrado se refirió a las palabras del presidente de la Xunta para decir que la paralización temporal de la tramitación hasta conseguir el apoyo del sector "es claramente insuficiente, y estamos rotundamente disconformes porque no cabe otra cosa que la retirada total del texto".

Este alto en el camino es, a su juicio, "una medida que no se puede tomar porque lo que se busca, insisto, es la retirada del anteproyecto; eso es lo que quiere la sociedad gallega, tanto el sector como los ayuntamientos, y sin embargo lo que hace el presidente es ganar tiempo para algo que ha nacido mal, que es inviable y que no sirve de nada".

Muñoz advierte de que "para regular la acuicultura ya está la Lei de Pesca actual, que puede ser desarrollada, modificada o adaptada a determinadas circunstancias, como pueden ser los fondos FEP, pero no tiene sentido un texto separado e individual como el que pretendían imponer".

Mexillón de Galicia

Francisco Alcalde, presidente del Consello Regulador da Denominación de Orixe Mexillón de Galicia, sugiere que "el alto en el camino que plantea el presidente Núñez Feijóo no es suficiente, pues lo que se pide desde el principio es la retirada total de esta ley".

Reconoce que la decisión de la Xunta es "un paso importante, pero no nos convence en absoluto porque, insisto, resulta insuficiente".

Algunos de los protagonistas citados en esta información, y otros representantes del sector, se vieron ayer en la cofradía de pescadores de Carril, donde estaba convocada una nueva reunión para que cofradías, bateeiros y PDRA coordinaran la estrategia a seguir.

Todas las acciones van a estar coordinadas por la plataforma, sin descartar la organización de manifestaciones que mantengan el pulso con la Administración "hasta la completa retirada y anulación del anteproyecto".