Barcelona ya está más cerca para Alberto Figueiro. El homenaje a su hermano Lu completará su primera trilogía el viernes a los pies de la Sagrada Familia, el lugar perfecto para simbolizar la esencia de la hazaña que cerca está ya de culminar el joven grovense.

La hoja de ruta llevó ayer a Alberto desde Zaragoza a Lleida. Casi 150 kilómetros dando pedales en los que el viento se convirtió en su principal enemigo, especialmente al paso por el desierto de Los Monegros donde Alberto buscaba al abrigo de los caminos el rebufo para avanzar sin tanto gasto de energía.

Atrás había quedado su paso por la capital maña donde incluso hubo anécdota con la Policía Local. Sucedió cuando se dirigían al hotel. La bicicleta porteada en la parte trasera del coche de apoyo impedía ver con claridad la matrícula, algo que no pasó desapercibido para los agentes que detuvieron el vehículo. Al preguntar a qué se debía toda aquella parafernalia la sorpresa fue tanta como la admiración que le provocó la causa. Así, aquella situación que pudo desembocar en una multa terminó por convertirse en un séquito que les acompañó hasta el hotel.

La jornada empezó con una visita a las instalaciones del Real Zaragoza. Allí, y pese a que la primera plantilla tenía jornada de descanso, el cuerpo técnico y varios jugadores se acercaron a conocer de primera mano la historia que subyace al Lúatlon y a la heroicidad de Alberto. Incluso le regalaron una camiseta firmada por la plantilla.

Pero no será esta la última visita a un club deportivo puesto que el Español de Barcelona también ha dado el visto bueno a recibir a la expedición grovense que completan el fisio Manuel Casal y Félix Méndez, como conductor y fotógrafo del evento.

La expectación que está causando la hazaña incluso ha suscitado el interés de otros reconocidos deportistas catalanes como es el caso de los hermanos Valentí y Mercé San Juan, quienes se han puesto en contacto directo con el propio Alberto para acompañarle en los últimos kilómetros de esta aventura.

Hoy se completará la séptima y última de las etapas en bicicleta. Lérida será la salida e Igualada la meta tras pedalear durante 95 kilómetros. Y pese a que ya lleva ocho días cruzándose España con el único motor de sus piernas, Alberto mantiene sus fuerzas intactas, "estoy perfecto. La verdad es que recupero muy bien y no me encuentro muy fatigado". Barcelona ya espera al artífice de una gesta a beneficio de la lucha contra el cáncer.