En una primera valoración, el BNG anunció su voto en contra del presupuesto de Vilagarcía de 2016. Una vez que el gobierno socialista modificó el borrador inicial para incluir parte de las propuestas nacionalistas, el portavoz del grupo municipal, Xabier Ríos, agradeció el gesto y declaró literalmente a este periódico que "estamos más cerca de apoyarlo que de rechazarlo" (en alusión al presupuesto). Incluso se aventuró a decir que en la reunión que el partido mantendría por la noche -el lunes- se decidiría la orientación del voto entre dos opciones: la abstención o un apoyo explícito al documento socialista. Sin embargo, en ese largo encuentro celebrado en la sede de Edelmiro Trillo, la organización del BNG -no el Consello Local- determinó que sus ediles en la corporación rechazarán las cuentas, desautorizando así las palabras pronunciadas por Xabier Ríos unas horas antes.

No obstante, fue el propio portavoz municipal, acompañado de su compañera de grupo, Lucía César Veloso, y de la responsable local del partido, Hortensia Rodríguez, el que salió ayer a la palestra a dar la cara y anunciar en rueda de prensa que "hoy por hoy no estamos en condiciones de apoyar esos presupuestos" porque "se quedan en aumentos de partidas y no en proyectos concretos que cambien las cosas de fondo". "No es una cuestión de números, no estamos regateando", expuso Ríos.

Esta vuelta de tuerca del BNG pone contra las cuerdas al gobierno de Alberto Varela, pues el voto nacionalista era la única alternativa que le quedaba al PSOE para sacar adelante el primer presupuesto del mandato. Y es que tanto el PP (con siete concejales) como Esquerda Unida (con tres) y Somos Maioría (con uno) mantienen firme su rechazo al documento socialista.

Con este nuevo panorama, ni siquiera la renuncia de Juan Fajardo a su acta de edil de EU -la oposición contará con un voto menos- será suficiente para que el equipo de Varela pueda sacar adelante las cuentas en el pleno de mañana. Sin embargo si el BNG apoyase el plan económico del ejecutivo local para 2016, el voto de calidad del alcalde serviría de desempate a favor del gobierno. Desde Ravella rehusaron ayer valorar el cambio de voto del Bloque y hoy será el regidor municipal el que en rueda de prensa realice declaraciones al respecto.

Esta no es la primera vez que el BNG rechaza asuntos de calado del gobierno. Ejemplo de ello fueron los polémicos salarios de los concejales, rechazados por los ediles nacionalistas. No obstante, en la revisión de ordenanzas fiscales (impuestos y tasas), el Bloque votó a favor porque el gobierno aceptó una enmienda suya en la que solicitaba rebajar la subida del IBI rústico del 0,8 al 0,7. Los socialistas accedieron y la actualización tributaria salió adelante.

El PP se refirió en varias ocasiones al "bipartito encubierto" entre PSOE y BNG. Ayer la formación nacionalista quiso desmarcarse de cualquier tipo de acercamiento del gobierno anunciando su oposición a las cuentas de 2016.

"Continuista"

El portavoz del Bloque, Xabier Ríos, endureció el discurso en relación al día anterior, y además de recordar que el presupuesto "no atendió una buena parte" de las propuestas nacionalistas, como las relativas a deporte, servicios sociales, patrimonio, cultura o ahorro energético, entre otras, criticó que las cuentas "son continuistas y solo inciden en lo meramente numérico". "No vemos proyecto ni política de inversión de cara al futuro. Esto es pan para hoy y hambre para mañana", espetó el concejal.

En cuanto a las partidas que el PSOE incrementó a petición del BNG, Ríos agradeció el aumento en empleo, pero apostilló que "son necesarios proyectos concretos como potenciar nuestros sectores productivos". Ejemplificó el aprovechamiento de los montes y la mejora del entorno, mencionando la explotación de la castaña o la apicultura.

En este sentido, la responsable local del partido, Hortensia Rodríguez, apostó por la "recuperación de senderos y rutas para favorecer el turismo". "Sin embargo las ayudas son para hoy, y mañana ya no se cuentan con ellas".

Por otra parte, la campaña de los socialistas en las redes sociales en defensa del presupuesto la está desarrollando el PSOE como partido, no el gobierno vilagarciano.