Vecinos y personal de emergencias llegados de toda Galicia dieron ayer el último adiós a Jorge Fariña Barral, el presidente de Protección Civil de Meis, bombero y exconcejal fallecido el lunes a consecuencia de una parada cardiorrespiratoria mientras realizaba unos ejercicios de capacitación profesional en A Estrada.

Jorge Fariña fue velado desde media tarde del martes en el tanatorio de Ribadumia. Ese lugar fue un hervidero de gente hasta que a las 17 horas se procedió al traslado fúnebre hasta la iglesia parroquial de San Martiño de Meis. Bomberos y miembros de Protección Civil hicieron un acompañamiento de honor que abrían tres vehículos de bomberos, y que continuaban una veintena más de agrupaciones de Protección Civil. Tras ellos iban la comitiva fúnebre y los vehículos reservados para la familia.

A la llegada al templo, bomberos y voluntarios de Protección Civil hicieron un pasillo de honor para el paso del féretro, que llevaban a sus hombros sus compañeros de trabajo en el parque de bomberos, y de sus parientes.

La afluencia de gente a la iglesia era tal que ésta quedó pequeña. De hecho, había coches aparcados en las cunetas hasta una distancia de al menos tres kilómetros, y fue necesario montar un dispositivo especial de tráfico (los efectivos de Ribadumia se encargaron de la coordinación del tráfico en el tanatorio, y en San Martiño lo hicieron la Guardia Civil, la Policía Local de Sanxenxo y cinco equipos de Protección Civil) para que la llegada y posterior salida de los automóviles aparcados en la explanada fuese lo más ordenada posible y no hubiese atascos.

Al terminar la Eucaristía, que ofició el cura de San Martiño y Armenteira, Ramón Fernández, los bomberos y miembros de Protección Civil volvieron a hacer el pasillo de honor, y mientras discurría la comitiva fúnebre hicieron sonar al unísono las sirenas de todos los vehículos de emergencias en señal de homenaje a su compañero.

Jorge Fariña, de 45 años, casado y con un hijo menor de edad, era una persona muy conocida y apreciada, no solo en Meis y el resto de la comarca, sino en otros puntos de Galicia. De hecho, fueron a despedirle docenas de voluntarios de agrupaciones de toda la provincia de Pontevedra, así como de municipios más alejados, como los de Boiro, Muxía o Carballo. Entre las autoridades se encontraban el vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, o el director xeral de Emerxencias, Luis Menor.