La ronda de charlas informativas llevadas a cabo para dar cuenta de la Lei de Acuicultura de Galicia e informar de las "amenazas" que entraña para los sectores productivos continuó ayer en localidades como O Grove. Esta cita, en la Casa da Cultura Manuel Lueiro, volvió a contar como oradores con tres de los principales representantes del sector crítico en estos foros, como son el biólogo Alberto de Coo, conocido por su labor del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) de Corón; el abogado Alberto Muñoz, experto en temas pesqueros y asesor legal de cofradías como la grovense; y Francisco Iglesias, expatrón mayor de O Grove y secretario general de la Asociación Profesional de Autónomos del Mar (Aproamar).

Básicamente se incidió en el daño que, supuestamente, puede causar la nueva ley desde el punto de vista social, económico e incluso medioambiental. En ello se incidirá también en el próximo pleno de la corporación, que previsiblemente acordará por unanimidad solicitar la retirada del anteproyecto, como ya sucedió en el Concello de A Illa.

En el caso meco ya se presentó hace días una moción firmada por Juan Lamelas Alfonso, portavoz de Esquerda Unida, quien critica con dureza "una acuicultura intensiva de especies fundamentalmente carnívora y que considera como objetivos la acuicultura multitrófica y la destinada al consumo no humano".

El esquerdista habla así de "un riesgo para la biodiversidad y la sostenibilidad de nuestra ría, planteando a nuestros sectores tradicionales un futuro en el que simplemente serán suministradores de pescados y moluscos para la transformación en harina que sirva de alimento a las grandes plantas piscícolas".

Lamelas coincide sustancialmente con lo apuntado en la charla organizada ayer a instancias de la asociación Barlovento y apostilla que "el modelo de cría de especies carnívoras pone en peligro las poblaciones autóctonas de nuestro mar y aumenta el riesgo de concentración de residuos y antibióticos liberados en las granjas de peces, lo que supone un enorme impacto en el frágil equilibrio de nuestras rías y costas".

Y para terminar, Lamelas y demás detractores de la nueva ley advierten de que "expulsará a los pescadores tradicionales y perseguirá a los productores con elevadísimas sanciones".