La Axencia de Protección e Legalidade Urbanística (APLU) continúa con su campaña para acabar con las edificaciones que se encuentran en situación ilegal. El último de estos pasos se ha dado en la parroquia vilanovesa de Baión, donde el organismo dependiente de la Xunta ha obligado a los propietarios de una vivienda unifamiliar, situada en el lugar de Paderne, a demolerla por haber sido construida en terrenos rústicos. Los propietarios, ante el temor de que las obras fuesen ejecutadas por la propia APLU y que les cargase los costes, han optado por ser ellos mismos los que iniciasen la demolición hace un mes, aunque todavía no se ha finalizado debido a los problemas que han causado las lluvias en el terreno y que impiden la entrada de las excavadoras.

La vivienda fue construida en suelo rústico protegido y sin licencia, algo que reconocen sus propietarios, y la APLU puso sus ojos en ella hace seis meses, cuando comenzó a pedir documentación sobre su situación. Al no poder presentarla, no tardó en llegar la orden de derribo que ahora se ejecuta y que deja a uno de los integrantes de la familia sin su vivienda habitual. "He tenido que recoger los bártulos y buscar un lugar donde cobijarme, porque no me quedaba otra", explicaba ayer el exmarido de la propietaria de la vivienda. La dueña de la vivienda reconocía ayer que "el Concello trató de buscarnos una solución, pero resultó totalmente imposible, y antes de vernos obligados a afrontar unas multas prohibitivas hemos optado por la demolición".

La vivienda de Paderne no es la única que existe en Baión con expedientes de demolición impulsados por la APLU. No en vano, el propietario de otra vivienda en el lugar de A Torre ya se vio obligado a demoler la vivienda que había comenzado a construir en junio de 2014 al no poder hacer frente a las fuertes sanciones económicas que impone el organismo.

También hay otras dos viviendas que están amenazadas de demolición en las inmediaciones, algo que los vecinos cuestionan, sobre todo porque en los cuatro puntos afectados existen servicios básicos como el alcantarillado, instalado en la zona en 2001.

Es más, recuerdan que el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Vilanova de Arousa, que no se llegó a aprobar por discrepancias con la Xunta del bipartito, contemplaba estos lugares como suelo urbanizable en núcleo rural.

"La gente dio el paso de construir ante la previsión de que estas zonas iban a ser catalogadas como urbanizables, pero ahora nos hemos encontrado con esta situación", explicaba ayer otro de los afectados.

La situación que viven estos propietarios es extensible a otros puntos del municipio, como la parroquia de San Miguel de Deiro, donde en los últimos años, la APLU ha ejecutado la demolición de una vivienda y pende sobre otras dos, al menos, la orden de derribo.