En el Partido Galeguista Demócrata se mostraron sorprendidos, y barajaron incluso la posibilidad de que se trate de una persecución política, ante el hecho de que la inhabilitación a la que es condenado Alfredo Bea García se limite a los cargos municipales, permitiéndole, por tanto, presentarse si lo desea a unas elecciones autonómicas, estatales o europeas. En la sentencia se argumenta que "habiendo cometido el delito en el ejercicio de sus funciones de concejal de Tráfico del Concello de O Grove parece proporcionado acordar que la pena de inhabilitación especial se limite al cargo de alcalde, concejal o cualquier otro que implique ostentar representación municipal".