En el castro de Alobre (Vilagarcía), la intervención prevista comenzará el próximo 1 de febrero con el fin de sacarlo del ostracismo en el que se encuentra casi desde que se descubrió y a pesar de las fuertes inversiones que en el mismo se han realizado a lo largo de las últimas décadas.

Rafael Rodríguez, arqueólogo de la Diputación tiene fundadas esperanzas en que la fase de excavación que se prepara en este terreno sea muy fructífera, en tanto que alguno de los hallazgos como el ara dedicada a Neptuno o la Fíbula de Navicella tienen un enorme valor histórico y documentan una época de complejo estudio.

Rodríguez también hace hincapié en indagar en la línea trazada hace años sobre la existencia de una "telleira" en el lugar, aunque se trata de una posibilidad muy remota pero que no se puede descartar.

Pero la principal dificultad que surge al hablar de la recuperación del castro de Alobre no es índole arqueológica sino de civismo. El vandalismo en esta zona es permanente por lo que resulta muy difícil conservar lo existente. El destrozo de paneles, bancos, escaleras del recinto es una constante que solo se puede reducir con una campaña de concienciación en la que el Ayuntamiento se involucre a la hora de tomar las medidas adecuadas para integrar esta zona en la ciudad.

La concejal Paola María ha expresado un gran interés por la recuperación del castro y acercarlo no solo a los turistas sino sobre todo a los alumnos de los distintos centros educativos de la ciudad.