Si desbordante era la alegría de Jéssica y su familia por la gran noticia de su convocatoria por España, la satisfacción de Dani Otero era más contenida. Desde que la ya internacional cogió su primera raqueta allá cuando tenía cinco años siempre ha contado con el vilagarciano como guía para desarrollar su talento.

"En lo personal es una alegría muy grande. Es casi una rareza que un club tan pequeño como el nuestro, con una escuela de 75 niños, pueda estar representado por una jugadora en una competición internacional, pero el mérito es todo de Jéssica", señaló Otero Walters.

La presencia de Jéssica en la Winter Cup es todo un símbolo. Por una competición así tuvieron que pasar todos aquellos jugadores que han llegado a alcanzar la élite. "Se trata de un primer paso que han dado todos. Desde los Nadal hasta cualquier jugadora de élite. Eso no quiere decir nada respecto a su posterior carrera, pero sí que es cierto que nadie en Europa triunfó sin haber pasado por este torneo". Respecto al futuro de su pupila en el profesionalismo, el entrenador no saca los pies del tiesto, "potencial lo tiene, pero me parece hasta imprudente pensar hasta donde puede llegar".

Acerca de sus opciones de hacer un buen papel en Estambul Dani Otero tiene claro que "lo va a hacer bien seguro. Ella tiene un potencial grandísimo y sus ganas son enormes. Le gusta salir a dominar cada punto y eso es una virtud muy grande porque el buen juego de ataque es lo que predomina".