El concurso musical de "Pasodobles conmemorativos" convocado por la Unión Musical de Meaño ha colmado todas las expectativas al recibir 19 obras de compositores procedentes, amén de Galicia, de las Comunidades de Valencia, Baleares, Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña.
"Entre las obras recibidas -reconoce el director de la banda Diego Javier Lorente, asesor de la organización- existen algunas de mucha calidad que estoy convencido que van a cautivar al jurado que valorará las composiciones".
Ahora el jurado tiene la encomienda de analizar las 19 obras que concurren y este próximo viernes 15 de enero se fallarán los cinco finalistas.
Estos cinco pasodobles serán trabajados a continuación en ensayos por la banda Unión Musical de Meaño, y presentados en un concierto público que se celebrará el último fin de semana del mes de febrero en una sede aún por determinar.
En ese concierto se fallará la obra ganadora que será galardonada con un premio de 1.000 euros, además de un diploma acreditativo de tal condición, obra que además recibirá un título que decidan los músicos de la banda meañesa el cual será dado a conocer en el evento.
También en el transcurso del concierto se hará público el premio especial de los músicos, que se fallará por votación de los componentes de la banda musical de Meaño.
Tanto este premio como el segundo y tercero conllevarán sendos diplomas conmemorativos. El pasodoble ganador formará parte del repertorio que la banda meañesa interpretará en el Festival de Bandas de Meaño, que cumple este año sus bodas de plata, y que se celebra el último domingo del mes de abril.
Este concurso, a modo de proyecto y como primera experiencia de la Unión Musical de Meaño en este ámbito, había sido convocado el pasado mes de agosto abierto a compositores de toda España, fueran profesionales o noveles.
Cada compositor podía concurrir con un único trabajo, debiendo aportar las partituras necesarias para el director y las 23 secciones de la banda de música. Las obras presentadas debían responder a la modalidad de "pasodoble de concierto" y ser originales, no admitiéndose copias, modificaciones o versiones de otras piezas. Era necesario además que los pasodobles no hubieran sido confiados antes para su interpretación a banda alguna, ni difundidos por medios de comunicación o editados por sello discográfico o editorial.
Las bases establecían que debían recibirse un mínimo de tres obras para dar validez al citado certamen. Las voces más optimistas dentro de la organización apostaban por reunir un mínimo de 15, por lo que las 19 que concurrieron al final colmaron todas las previsiones.
