Independientemente de los problemas que pudieran haber causado las obras del Eje Atlántico a su paso por la parroquia de Abalo, en el Ayuntamiento de Catoira, hay cuestiones que deben ser destacadas, pues se antojan altamente positivas. Es el caso de la regeneración y potenciación medioambiental de la laguna de Pedras Miúdas, elemento destacado del Lugar de Interés Comunitario (LIC) Sistema Fluvial Ulla-Deza.
Las nuevas vías del tren pasan a escasos metros de este espacio natural protegido, y esto ha servido para que el Ministerio de Fomento desembolsara unos 300.000 euros tendentes, precisamente, a acondicionar el entorno de Pedras Miúdas.
Fue así como nació la actual red de senderos de madera en el entorno de la misa, cada vez más frecuentada por los ciudadanos, o como se construyó un centro de interpretación de la naturaleza y de la propia laguna que, aunque de momento se encuentra vacío de contenido, está llamado a ofrecer múltiples posibilidades a la localidad.
El espacio -una vieja cantera a cielo abierto regenerada de manera natural y dotada ya de numerosas especies de flora y fauna- parece ya totalmente a salvo de cualquier afección derivada de las obras del TAV y se ha convertido en uno de los enclaves más recomendables del municipio y la comarca para aquellos que quieran disfrutar del contacto con la naturaleza.
Esta laguna se sitúa a los pies de los molinos de viento de Abalo, cerca de la desembocadura del Ulla en la ría de Arousa y a escasos metros de la carretera Pontecesures-Vilagarcía, por lo que es sencillo llegar hasta ella.