Antonio Caneda es un hombre muy conocido en O Grove. Y muchos también habrán oído hablar de él fuera de esta localidad, porque hace meses tuvo diferentes apariciones públicas en FARO, a raíz de un accidente laboral sufrido por su hija. Ayer volvió a convertirse en víctima, esta vez porque su coche apareció con las cuatro ruedas rajadas y la carrocería totalmente rayada, incluso con insultos tallados en la pintura del capó.

Caneda no da crédito a lo sucedido porque, según dice, "ni yo ni mi familia tenemos enemigos", de ahí que todavía entienda menos lo sucedido y lo lamente amargamente. No es para menos, porque cada una de las ruedas que ayer le rajaron cuesta unos 150 euros, a lo que debe sumar el coste de la pintura, ya que los arañazos "son muy profundos".

Este grovense llegó con su coche a casa, en el barrio de Virxe das Mareas, al filo de las doce de la noche del jueves, lo estacionó y se fue a dormir. A las siete de la mañana de ayer su esposa se disponía a salir de viaje cuando vio que le iba a ser del todo imposible. El desagradable "regalo de Reyes" que alguien les había dejado en la puerta de casa les lleva a lamentarse, aunque también invita a pensar, una vez más, en que de un tiempo a esta parte son muchos, quizás demasiados, los atentados y sabotajes que se producen en la noche grovense.