| El Umia ofrecía ayer esta llamativa imagen. Se trata de una importante cantidad de plantas de maíz -ya viejas y solo aprovechables para el ganado- que son arrastradas aguas abajo y que la corriente lleva en muchos casos hasta la ría, aunque una buena parte de esa paja acaba acumulándose sobre el lecho fluvial o bien taponando el curso del río.