Tras la tempestad siempre llega la calma, y eso fue lo que ocurrió ayer en O Grove, donde volvió a lucir el sol y fue posible retomar las actividades navideñas que se habían programado.

Los niños fueron los protagonistas y se lo pasaron en grande tras cambiar el "diluvio" sufrido en jornadas precedentes por una "gran nevada".

Aunque ésta nada tenía que ver con las condiciones meteorológicas, sino que se trataba de una fiesta convocada para dar la bienvenida al nuevo año.

No es menos cierto que la temperatura no invitaba demasiado a zambullirse en la espuma vertida en la calle Pratería, de ahí que la afluencia de críos no fuera excesiva y muchos optaran por centrarse en los juegos populares ubicados en el mismo escenario.

También ayer se desplazó hasta la villa de O Grove el cartero real, que tras este paso por la Casa da Cultura Manuel Lueiro Rey hoy se reúne con los niños de la parroquia de San Vicente en la Casa da Cultura Ángel Vázquez Hereder, también para recoger las peticiones que quieren hacer llegar a los tres magos de Oriente.

La siguiente cita para niños y adultos es la Cabalgata de Reyes que se celebra el martes, con salida a las 18 horas desde Ardia.