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Mar cierra el libre marisqueo en la ría y compensa al sector con 1,8 millones

La consellería garantiza a los armadores una ayuda mínima de cien euros al día -La medida, efectiva desde el día 18, está relacionada con la pérdida de productividad

Marisqueo a flote en el banco de O Bohído. // Iñaki Abella

La Consellería do Mar ordena, con tres meses de antelación sobre lo que suele ser habitual, el cierre de la campaña de libre marisqueo iniciada el pasado 1 de octubre en la ría. Lo hace ante la persistente disminución de los recursos, los acusados efectos causados por la plaga de la Marteilia y, en definitiva, como consecuencia de la pérdida de rentabilidad para un sector formado por más de 1.300 embarcaciones.

El cierre de los bancos de Os Lombos do Ulla, O Bohído y Cabío se hará efectivo el próximo día 18 y se prolongará hasta el 11 de marzo, compensándose económicamente con 1,8 millones de euros a los armadores y tripulantes de las embarcaciones arousanas afectadas por esta "paralización temporal de la actividad".

La Administración autonómica aclara que el importe máximo de la ayuda concedida a los armadores será una cantidad que oscilará en función del tipo o tonelaje de cada nave, "garantizándose un mínimo de 100 euros diarios", mientras que la cuantía para los tripulantes "se calculará multiplicando 45 euros por cada día hábil de parada; y en el caso de superarse la disponibilidad presupuestaria se ajustarán las cuantías al prorrateo entre todas las personas tripulantes beneficiarias".

El importe máximo de las ayudas previstas "podrá ser ampliado en función de la disponibilidad presupuestaria sin que eso dé lugar a la apertura de nuevo plazo de presentación de solicitudes", explican en Mar, donde aclaran que el dinero a entregar procede a partes iguales de fondos europeos y de la comunidad autónoma de Galicia.

Es importante resaltar, en cualquier caso, que las ayudas "se otorgarán por un período de 40 días de parada entre el 18 de enero y el 11 de marzo, ambos incluidos, siempre que se realice la parada de forma continuada e ininterrumpida".

Se establecen estas compensaciones teniendo presente que la paralización temporal del marisqueo a flote en las zonas comunes de la ría "afecta a la viabilidad de una parte del sector que tiene una dependencia de la explotación de estos bancos".

El departamento que dirige Rosa Quintana consideró preciso "habilitar medidas que ayuden a fomentar la viabilidad del sector afectado", y de ahí la resolución aludida, difundida el miércoles en el Diario Oficial de Galicia.

Como se ha explicado en otras muchas ocasiones, la campaña de libre marisqueo fue desde hace muchos años una tabla de salvación para los mariscadores de a flote arousanos.

Cada mes de octubre, y hasta la llegada de la primavera, las cofradías podían dejar descansar sus autorizaciones mientras los rañeiros centraban su actividad diaria en las zonas comunes de la ría, algunas otrora tan importantes como Os Lombos do Ulla.

Pero la aparición del parásito conocido como Marteilia arruinó la producción de berberecho en el río, y esto hizo que esa zona dejara de ser la más concurrida de cada jornada de actividad, originando el desplazamiento del grueso de la flota hacia el banco de O Bohído, lo cual, en buena lógica, también acabó afectando a esta última zona a medida que avanzaba la campaña.

Es por ello que, siguiendo las recomendaciones de los biólogos, y sobre todo el informe técnico emitido por el Centro de Investigaciones Marinas (Cima), Mar optó por el cese anticipado de la campaña, tratando así de "proteger el stock de reproductores y los ejemplares que no consiguen las tallas mínimas de referencia a efectos de conservación", esgrimen en la consellería.

Para finalizar, puede resaltarse que el plazo de presentación de las solicitudes "será de un mes a partir del día siguiente al de finalización del período de paralización temporal", cerrándose el 11 de abril de 2016.

Os Lombos generaba el 23% del berberecho de la ría, pero desde 2012 la especie ha desaparecido

  • La Consellería do Mar, para explicar el por qué del cese de actividad en las zonas de libre marisqueo y las razones que llevan a financiar ese parón, se ampara en la Ley de Pesca de Galicia y su objetivo de "garantizar la viabilidad duradera del sector pesquero, marisquero y acuícola, tratando de mejorar las condiciones de vida y trabajo de las personas que se dedican a estas actividades mediante la explotación sostenible, equilibrada y responsable de los recursos". En este marco, los bancos de libre marisqueo de Os Lombos do Ulla, O Bohído y Cabío juegan un papel determinante en Arousa, pues en ellos pueden desarrollar su actividad todas las embarcaciones con base en algún puerto de esta ría autorizadas para marisqueo (1.331) o libre marisqueo (17).El departamento que dirige Rosa Quintana recuerda que la actividad en dichos bancos "se realiza en el marco de la orden anual por la que se aprueba el Plan General de Explotación Marisquera y abarca de octubre a marzo, adoptándose medidas para la explotación sostenible y la conservación a través de fórmulas de cogestión entre la Administración y el sector".De este modo, el banco de Os Lombos do Ulla se convirtió hace años en un auténtico "refugio" para la flota, convirtiéndose en una especie de máquina de producción de berberecho. Tanto fue así que esta especie llegó a representar entre un 70% y un 97 % de los bivalvos en esta zona de la desembocadura del río y nada menos que el 23 % de la producción total de berberecho en la ría; independientemente del papel desempeñado por la almeja fina (10 %) y la almeja japonesa (20 %).Lo que sucede es que en el año 2012 se detectó por primera vez en Galicia la presencia de Marteilia cochillia, causando la mortalidad masiva del berberecho y comprometiendo las cohortes correspondientes al reclutamiento de 2013, 2014 y 2015.Así lo explican los biólogos de la Xunta, quienes inciden en que a los efectos provocados por la marteiliosis se sumaron "las intensas lluvias del invierno de 2013 y la primavera de 2014, las cuales provocaron un descenso prolongado de la salinidad que terminó causando mortalidades elevadas en las poblaciones de almeja".Por si fuera poco, se registró "una elevada tasa de mortalidad en las poblaciones de almeja fina al final del verano de 2014, parece que a causa de las elevadas temperaturas del agua registradas durante ese verano y el otoño, afectando de forma seria a las cohortes de fijación de los años 2014 y 2015".En definitiva, que "las causas de fuerza mayor descritas afectaron al estado de los recursos y por lo tanto al régimen de explotación marisquera de estos bancos, siendo necesaria la adopción de medidas técnicas extraordinarias de conservación consistentes en la prohibición de la actividad marisquera en esta zona de forma temporal con la finalidad de proteger las poblaciones de moluscos", sentencia la Consellería do Mar.

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