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Una historia con final feliz

Dos deportistas y dos efectivos de Protección Civil salvan la vida a una yegua que había caído a un regato en el Monte Castrove

La yegua, exhausta en el camino, con su potro mamando. A la dcha. el coche de Protección Civil. // FdV

Las posibilidades de que pasase alguien por allí eran remotas. Sin embargo, una yegua de avanzada edad vivió ayer su particular historia de Navidad con final feliz en un camino del monte Castrove. Sus salvadores fueron dos deportistas y una dotación de Protección Civil, que pusieron fin a un sufrimiento que duró varias horas para el animal y que todavía podía haberse prolongado muchas más.

Un ciclista de los muchos que suben a diario hasta el monte Castrove para hacer deporte se encontró ayer por la mañana con una yegua salvaje tirada en un regato. El animal estaba exhausto y era incapaz de ponerse en pie. Al parecer, llevaba varias horas en el lugar queriendo salir, infructuosamente, por lo que cada intento era ya un suplicio.

Al ciclista se unió otro deportista y ambos llamaron a Protección Civil de Poio, que se personó en el lugar con dos miembros. Entre los cuatro se dispusieron a sacar al animal de la "trampa" natural en la que se hallaba.

Tal y como aseguró uno de los miembros de Protección Civil, el grupo descartó salvar a la yegua utilizando el vehículo, "ya que podríamos hacerle daño". Así que utilizaron la fuerza unida de todos ellos para tirar de las cuerdas con las que la sujetaron.

Durante todo el proceso, hubo un acompañante más en el camino: uno de los potros de la yegua, de color oscuro, que no se separó de su madre y que incluso aprovechó una de las posturas del animal para ponerse a mamar. Este hecho confirmó las sospechas del grupo de que la yegua debía llevar muchas horas tirada en la zanja.

Una vez que el animal se encontró fuera del regato, sus salvadores procedieron a liberarlo de las cuerdas y esperaron para ver si se incorporaba por su propio pie.

"La subimos poco a poco y, una vez arriba, aguardamos para ver cómo reaccionaba", explica el efectivo de Protección Civil, que añade que en el lugar se personó también un miembro de la Asociación Cabalar Monte Castrove. "Le llamamos por si había que buscar al dueño de la yegua, ya que al principio la vimos tan mal que pensamos que sería necesario sacrificarla".

Finalmente, no fue necesario tomar esta decisión, ya que el equino fue recuperando las fuerzas poco a poco. "Cuando vimos que ya caminaba, todavía esperamos un poco más para ver como se comportaba. Y no nos fuimos hasta ver que se comportaba con normalidad".

No es la primera vez que Protección Civil acude a un animal en el Monte Castrove, donde hay muchos caballos salvajes en libertad. "En este caso en concreto podemos decir que la yegua estaba muy mal y que, gracias al ciclista, se le salvó la vida", asegura el efectivo.

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