Hace cuatro años Diana Ameal y su marido José Campos, mientras tomaban el aperitivo dominical vieron un anuncio en el periódico que les cambió la vida. "Cruz Roja necesita familias de acogida", leyeron. Al día siguiente se desplazaron a la sede de la entidad en Pontevedra y desde entonces ya han cuidado temporalmente de seis bebés cuyos padres biológicos renuncian a ellos. "La intención era ayudar", expresa Diana, de 35 años y vecina de Cuntis.

La comarca de O Salnés es "el pequeño caballo de batalla" en la provincia de los técnicos encargados del programa de acogimiento familiar de Cruz Roja, según admite Conchi Fernández, una de ellos. Diana, madre de acogida, anima a los arousanos a dar el paso de hacerse familias de acogida, pues asegura que todo son ventajas. A nivel personal, "es muy enriquecedor, te sientes realizada, y ganas acogiendo, porque no das nada, al final recibes, y es muy gratificante, llenas la casa de emociones".

Al principio Diana y José eran vistos por sus familiares y amigos como "perros verdes" -admite la cuntiense-, pero ahora todo su entorno está implicado. "Para mis padres son un nieto más. No hacemos nada distinto a cualquier familia a la que llega un bebé".

La colaboración de personas como Diana facilita que menores tutelados por la Xunta por distintos motivos puedan vivir en un entorno familiar, con una atención personalizada, y no en un centro. Los que tienen más dificultades para encontrar una familia acogedora son los hermanos, preadolescentes o adolescentes y niños con necesidades especiales.

La acogida temporal dura un máximo de dos años. Después el menor regresa con su familia biológica o bien en una de adopción, según decida la Xunta. "Cuesta horrores desprenderse de ellos, pero eso no quita que cuando se van te sientas muy feliz porque se van con una familia adoptiva. Nosotros somos como un impás", declara Diana Ameal. En su caso acoge siempre bebés -con pocos días de vida- porque no trabaja y por tanto dispone de 24 horas para dedicarles.

Los únicos requisitos que exige Cruz Roja a las familias de acogida (no hay baremo económico) es que todo el núcleo de convivencia esté de acuerdo en la acogida y no tener finalidad adoptiva. Hoy se abre una exposición en Fexturrón (Fexdega) sobre este programa de Cruz Roja.