Cuatro años después de implantarse el área sanitaria de gestión integrada Pontevedra-O Salnés la junta de personal del centro hospitalario comarcal presenta un balance demoledor sobre las repercusiones negativas que ha tenido en el servicio sanitario para los vecinos de la comarca. Los representantes de la plantilla denuncian que se ha primado la atención asistencial en el CHOP a costa de llevarse equipos buenos para Pontevedra y traer para la comarca otros obsoletos. También se han llevado a la capital neuropediatría, en tanto que las consultas de neurología y cardiología registran ahora 8 y 10 meses de espera respectivamente.

"Los últimos cuatro años fueron difíciles y los peores para la sanidad pública de O Salnés. Cuando en julio de 2011 se aprobó el decreto del área integrada, temimos que se produjera una absorción por parte del Complejo Hospitalario de Pontevedra en todos los órganos de gestión. Cuatro años después se cumplieron nuestros vaticinios, porque hemos perdido varios servicios", explicó la presidenta de la junta de personal, Celia Iglesias.

La gestión integrada para O Salnés supuso la eliminación del almacén y la retirada del área de suministros y compras; no contar con servicio de informática propio (ahora se resuelven los problemas desde Pontevedra y por teléfono); el cierre de las áreas de Recursos Humanos y de Contabilidad (ahora el centro carece de presupuesto propio), así como los servicios de mantenimiento y farmacia.

En el ámbito hospitalario, uno de los cambios que afectaron directamente a los usuarios ha sido el cierre del servicio de cita previa por las tardes, lo que ahora supone interminables esperas para poder solicitar una consulta en alguna especialidad.

El Hospital do Salnés perdió en los últimos años la consulta de neuropediatría, a pesar de las reclamaciones de los padres de los niños que eran atendidos en este centro. El centro hospitalario antes contaba con servicio permanente de neurología y ahora se traslada un neurólogo desde Pontevedra tres días a la semana para consultas, lo que implica una lista de espera de ocho meses.

El servicio de cardiología, una vieja reivindicación de la plantilla del Hospital do Salnés, depende de Pontevedra y al centro ubicado en Rubiáns acude un especialista tres veces por semana para atender consultas. La consecuencia, según relatan los miembros de la junta de personal, es una lista de espera que ya suma diez meses.

Pero no son los únicos recortes que denuncian los delegados sindicales: el equipo de la unidad móvil de resonancia magnética ha limitado su presencia en Vilagarcía, mientras en Pontevedra se instala otra. También se han llevado para el CHOP el telemando de Rayos para servicios digestivos que había en O Salnés, así como otro material sanitario de última generación, en tanto que al hospital comarcal enviaron ecocardios obsoletos. "Hasta nos llevaron cunas nuevas y nos trajeron otras viejas de Pontevedra", declaró la presidenta de la junta de personal.

"Somos el cementerio de las historias clínicas en papel de Pontevedra, incluida atención primaria. En nuestro centro hospitalario hay escasez de espacio; no se puede ampliar ninguna sala, pero sin embargo se habilitan lugares para almacenar documentos ajenos a nuestra zona", expuso Celia Iglesias.

El área de gestión integrada también afecta a los centros de atención primaria de O Salnés. En Vilagarcía en los últimos años se ha perdido el análisis de las muestras ambulatorias, así como el servicio de radiología, por lo que cada vez que un médico de familia pide esta prueba, el paciente tiene que desplazarse al Hospital do Salnés para realizarla.

"Los centros médicos carecen de espacio suficiente y muchos de ellos aún presentan barreras arquitectónicas. El de Vilagarcía resulta pequeño, pero no se buscan soluciones. En A Illa de Arousa incluso se ofrecieron terrenos para la construcción de uno nuevo, pero por culpa de los recortes no llegó a construirse. Vamos a peor porque siguen recortando y precarizando los servicios", apuntó el delegado sindical Ramón Barreiro.

Otra de las integrantes de la junta de personal añadió que los problemas en atención primaria repercuten en el servicio de urgencias del Hospital do Salnés que muchas veces se masifica por atender cuestiones que debían verse en el área de Primaria.

Otros problemas denunciados por los delegados sindicales de la plantilla del área sanitaria de O Salnés son el deterioro de las condiciones de contratación del personal, siendo actualmente peores que en otras áreas, lo que implica que los trabajadores no quieran estar en este destino, el aumento de la carga de trabajo y la modificación de agendas. "Ya no nos dejan hacer nuevas técnicas de CMA (cirugía mayor ambulatoria) a pesar de que algunas estaban previstas para la futura cartera de servicios del Hospital do Salnés", expuso Celia Iglesias.