El Belén del asilo de Cambados es uno de los más espectaculares de la comarca. Pero las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que es la congregación religiosa que regenta la residencia, no buscan cumplidos, ni que comparen su Nacimiento con el de Valga, que desde unos años es de Interese Turístico Galego.

La hermana Pilar Giráldez Fernández afirma que "no tenemos interés alguno en que reconozcan nuestro Belén como de interés turístico. Nuestra ambición es únicamente catequética, religiosa. Nosotras queremos que nuestro Belén le recuerde a la gente el significado original de la Navidad y lo que significa para todos el nacimiento de Jesús. La Navidad no es ir de compras a un centro comercial".

El Belén del asilo cambadés tiene una superficie de unos 15 metros cuadrados, y cuenta con algo más de 80 figuras humanas y unas 200 de animales. Está montado en una de las salas de la planta baja del pazo de Montesacro, que es donde se ubica el asilo, y se puede visitar de lunes a domingo, entre las 11 y las 13 horas, y entre las 17 y las 19 horas. En la sala hay unas guías con textos breves en los que se explica cada una de las escenas.

Las dos autoras

En el asilo de San Tomé hay Belén desde hace mucho, pero creció mucho en tamaño y complejidad desde la llegada a Cambados de Pilar Giráldez Fernández, hace 17 años. Procedente de Ferrol, la monja nunca había hecho un Nacimiento, pero en Cambados empezó a encargarse de él, adquiriendo poco a poco más piezas en Murcia, una región con una enorme tradición de artesanos belenistas.

A los pocos años llegó a Cambados, procedente de Vigo, Carmen Trigo Asorey, una monja pariente del escultor Francisco Asorey, que se ocupa principalmente de la composición paisajística. "Se le nota que tiene sangre de artista", afirma Pilar Giráldez.

El Nacimiento representa diferentes escenas del Evangelio vinculadas a la Natividad de Jesucristo, y que arrancan con la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, y la promesa de la futura llegada de un Redentor. Luego se suceden las escenas, desde el aviso del Ángel a José hasta la Visitación de María, la matanza de los Santos Inocentes o la Huida a Egipto. En algunos casos se trata de composiciones móviles, con las figuras moviéndose por rieles, como ocurre con la Huida a Egipto, o el viaje hacia Belén de los Reyes Magos. Los motores los hace y monta un voluntario.

Pero a pesar de la laboriosidad del Nacimiento, Giráldez Fernández reitera que su finalidad no es el lucimiento. "La Iglesia celebra la Navidad deseando que Cristo nazca en cada persona, en cada pueblo, en cada comunidad. Solo aspiramos a que la gente recuerde lo que es de verdad la Navidad".