Ya no hay marcha atrás posible. Las cofradías de pescadores arousanas y la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA) inician acciones de protesta y presión para tratar de frenar la nueva Ley de Acuicultura de Galicia que propone la Consellería do Mar; una reglamentación que definen como "un auténtico atropello" que consideran capaz de "arruinar a los pueblos costeros".
Hasta ahora presentaron alegaciones, y a partir de este momento se afronta la entrega de otras nuevas, así como la puesta en marcha de diversas acciones de presión que, previsiblemente, se intensificarán durante la campaña electoral en curso, y a las que se sumarán diversas agrupaciones de productores de mejillón.
"Una amenaza"
El anteproyecto presentado por la Administración autonómica no solo no convence al sector pesquero y marisquero, sino que tras revisarlo "detenidamente" los pósitos sacan como conclusión que "es una amenaza" para sus intereses "y para generaciones venideras".
De ello se habló ayer, en una reunión mantenida entre los dirigentes de los pósitos y la PDRA en la sede de la cofradía Carril, al igual que hoy se hará lo propio en la sede de la Federación de Cofradías de Pontevedra y como mañana sucederá con los bateeiros en el edificio vilagarciano Mexillón de Galicia.
"Para unos pocos"
El objetivo es el mismo en todos los casos: evitar la aplicación del nuevo reglamento, pues "en lugar de aprovechar la ría como fuente de riqueza, actualmente repartida entre muchísima gente, lo que se persigue es que esa riqueza pase a estar repartida entre unos pocos, y sobre todo entre las grandes empresas multinacionales y piscícolas".
Así lo exponen los patrones mayores arousanos, abanderados entre otros por el carrilexo José Luis Villanueva, quien rechaza la futura ley tanto en calidad de patrón como en su condición de parquista, ya que también este colectivo se siente ninguneado.
Es el propio Villanueva quien denuncia que la Consellería do Mar "quiere cargarse al sector con una ley que va a hacer desaparecer a las cofradías para sustituirlas por organizaciones de productores".
"No podemos competir"
Y la razón, a su juicio, es sencilla: "Las cofradías y los parquistas no podemos competir con grandes multinacionales o compañías que van a querer entrar en la ría para aprovecharse de unos recursos que explotamos nosotros desde tiempos ancestrales".
Pero eso no es todo, pues considera el patrón carrilexo que "la mejor prueba de que vienen a por nosotros es que el anteproyecto que nos presentaron muestra un régimen de sanciones que ocupa prácticamente el 20% de toda la ley; quieren acabar con nosotros para dejar todo en manos de una gran empresa".
Con ánimo de lucro
Para entrar en detalles, y dado que la legislación propuesta contempla la posibilidad de transformar los bancos marisqueros en explotaciones acuícolas, José Luis Villanueva detalla que "esto quiere decir que las cofradías tendremos que convertirnos en entidades con ánimo de lucro para explotar nuestras concesiones marisqueras, y si después resulta que no somos capaces tendremos que competir con cualquier empresa potente que quiera introducirse en la ría y que tendrá más medios económicos que nosotros".
De este modo "las autorizaciones marisqueras que actualmente explotamos las cofradías pasarán a manos privadas a través de concursos públicos y por tanto nos quedaremos sin ese ámbito territorial".
Pero es que, además, "al pasar esas zonas a manos privadas los nuevos concesionarios pueden prohibir que los marineros y mariscadores ejerzamos tanto la pesca como el marisqueo", denuncia José Luis Villanueva.
