La canalización de piedra hallada durante la ejecución de las obras de Vista Alegre ya está prácticamente toda descubierta. Los operarios de Construcciones Vale, con la supervisión del arqueólogo Ángel Concheiro, horadaron ayer con sumo cuidado toda la acera paralela al muro de la huerta del convento para comprobar el grado de conservación y la longitud del conducto con el objetivo de empezar la documentación del mismo. La concejala de Urbanismo, Paola María Mochales, apunta que el vestigio se encuentra "en buen estado" y que transcurre soterrado durante toda la calle hasta al menos el cruce con López Cuevillas.
Aunque el Concello anunció que tras la limpieza y protección con material geotextil la canalización volvería a enterrarse, la edil socialista aclara que "no se descarta ninguna opción", en alusión a la posibilidad de dejar la estructura pétrea a la vista. "A mí me gusta resaltar el patrimonio, y la piedra casi siempre nos aporta algo, pero primero tenemos que ver la importancia que tiene el hallazgo", expresa Paola María.
En el caso de que la canalización vuelva a quedar soterrada, no sufriría ningún tipo de daño, puesto que el proyecto de humanización de Vista Alegre contempla para esa zona concreta la plantación de césped con un doble objetivo: resaltar el muro antiguo del convento y servir de drenante para el agua de la lluvia para evitar inundaciones, según explica la concejala de Urbanismo.
El análisis in situ realizado ayer por el arqueólogo contratado por el Ayuntamiento ha arrojado más datos sobre el vestigio. Si bien la cronología exacta no ha podido precisarse, el experto ha concretado que la canalización data de entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, por lo que tiene más de doscientos años de antigüedad. Concheiro ya había apuntado la hipótesis de que el conducto podría haber pertenecido a los primeros sistemas de saneamiento y abastecimiento de la ciudad. Además, el arqueólogo vincula el hallazgo al Pazo de Vista Alegre.
A medida que se aproxima a la calle López Cuevillas (la que baja al centro comercial), la cota se va incrementando. Paola María espera que no supere el metro de profundidad en ningún tramo porque "ahí podríamos tener problemas". Hoy se desplazará a las obras para comprobar sobre el terreno el avance de las mismas y el control arqueológico realizado, que se mantendrá durante los cuatro meses de actuación por orden de Patrimonio.
La obra no se paraliza
El arqueólogo pudo hablar ayer con este departamento de la Xunta, que confirmó que la obra seguirá su curso sin interrupción alguna, puesto que la ejecución de los trabajos no afecta a la canalización de piedra descubierta. Con todo, no se descarta que puedan aparecer más vestigios debido al entorno monumental en el que se encuentra la calle. Además, hay que tener en cuenta que Vista Alegre se incluye en dos ámbitos de protección: por un lado el del convento, y por el otro el del Castro Alobre.
