Licenciado en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela, Rubén Terré, vigués de 27 años, ha visto como se hacía realidad uno de sus grandes proyectos, el de publicar una obra divugaltiva sobre la presencia de los vikingos en Galicia gracias a la colaboración de la Mancomunidade de O Salnés y de la editora Urco.

-¿Cómo surge la idea de escribir un libro sobre los vikingos

-Estuve trabajando en el libro para un postgrado y después continué por mi cuenta investigando sobre los vikingos con el objetivo de hacer una publicación algún día. En las prácticas que realice en la Editorial Urco, les llamó la atención el proyecto, pero que solo podría ser realizable si encontraba un patrocinador, ya que la editorial no podía asumir los costes. Buscando a ese patrocinador fue una compañera de postgrado, Alicia Padín la que me puso en contacto con la Mancomunidade, a los que les interesó el proyecto desde el primer momento por su valor turístico, cultural y divulgativo.

-¿Es tan importante el legado vikingo en la comarca?

-Es importante, sobre todo en lo que se refiere a edificaciones defensivas construidas en el siglo IX a XI para frenar las incursiones de los vikingos. Las Torres de Catoira, la fortaleza de Santa María de A Lanzada, construida probablemente por el obispo compostelano Sisnando II, o la torre de San Sadurniño, a la que las últimas investigaciones consideran posterior al no aparecer referenciada en el pleito de Távera Fonseca.

-¿La mayor parte son arquitectónicas, pero existe algún legado cultural o lingüístico?

-No existe constancia. Hay que tener en cuenta que la Alta Edad Media es un período del que apenas queda documentación por lo que es muy complicado afirmar qué es un legado vikingo más allá de ese patrimonio en piedra.

-Hay muchos investigadores que le otorgan a la dorna una procedencia vikinga.

-No es una afirmación descabellada. Si ves una dorna, sobre todo la proa y el tipo de entablamiento, se parece mucho a los drakkar en los que se desplazaban. Hay que tener en cuenta que los hombres del norte estuvieron varios siglos pasando por aquí, con períodos de acampada, lo que les pudo permitir ejercer cierta influencia sobre la población local. La comarca de O Salnés era muy atractiva para establecer sus campamentos, ya que les permitía acceder con relativa facilidad a Santiago en busca de botín, que era su principal objetivo.

-¿Cómo llegan los vikingos a la comarca de O Salnés?

-Seguían la costa Atlántica con el objetivo de llegar al Mediterráneo, que era la zona más rica de la época con el afán no solo de saquear, sino también de comerciar, que es algo que siempre se obvia en su historia y era algo fundamental en su cultura. Movían productos como el ámbar, que llevaban hasta Constantinopla, la seda o las especias. Esos movimientos, son fundamentales para entender el renacimiento urbano de las ciudades en el siglo XII, que surge a raíz del florecimiento del comercio.

-¿Es complicado seguir la huella de los vikingos en Galicia?

-Si, porque hay muy poca bibliografía más allá de un par de libros de Eduardo Morales. Hay alguna tesis doctoral, pero es un campo que está todavía por explorar al no existir documentación contemporánea.

-Alrededor de la figura de los vikingos existen leyendas que se han demostrado que eran falsas, como los cuernos de los cascos.

-No solo esa. Existe el convencimiento de que su único barco para navegar era el drakkar, cuando no es cierto. El drakkar era solo para utilizar en la guerra y en las incursiones en las que se buscaba botín, pero para comerciar utilizaban el Knar, un barco mucho más grande y pesado que no tenía las mismas condiciones de navegación de los drakkars.

-¿La serie Vikings

-En el caso de la historia de Ragnar Lodbrok creo que no es demasiado fiable y se ajusta muy poco a la realidad. Sin embargo, en el aspecto de como vivían, la decoración, la ropa, incluso cuestiones tan simples como los peinados, se ajusta mucho a la realidad.