El jardín de la casa de Guillán está lleno de hierbajos. En la parte posterior del chalé se encuentra la piscina, que está pegada junto a una pequeña cocina con asador de piedra. La propiedad está en las proximidades del puente de San José, por lo que está a un tiro de piedra de la playa. De hecho, desde alguna de sus ventanas tiene vistas al mar, aunque no sean demasiado buenas. Sí son mejores las panorámicas hacia la sierra de O Xiabre. En el chalé de Vilanova, sin embargo, no se aprecia un abandono tan evidente, y cuenta con varios árboles frutales.