La noche de Samaín resultó especialmente complicada en el Concello de O Grove. La localidad amaneció ayer repleta de pintadas en bienes públicos y privados, además de detectarse importantes destrozos materiales. Todo ello provocó la indignación e irritación no solo de los propios ciudadanos, que condenan enérgicamente estos hechos, sino también de los representantes políticos, que en el caso del gobierno hacen un llamamiento a la concienciación de la sociedad.

Especialmente conmocionada por lo sucedido se muestra la edil María de los Ángeles Domínguez Fernández, responsable de departamentos como Infraestructuras y Limpieza en este Concello.

Vecina y madre

Ayer habló "como vecina de O Grove, como madre y como representante de los ciudadanos" para decir que lo ocurrido "es indignante, vergonzoso y preocupante", por lo que reclama "una profunda reflexión de toda la sociedad, para que pensemos qué hijos estamos criando".

Y es que los autores de estos hechos fueron "un grupo de preadolescentes", es decir, "niños de apenas 12, 13 o 14 años que a las cuatro de la madrugada (de ayer) se dedicaron a arrojar huevos sobre instalaciones públicas y privadas, mobiliario, paredes y todo lo que encontraban a su paso".

A esto se sumaron "infinidad de pintadas", siendo las más graves, o al menos las que más han irritado al gobierno, las efectuadas en la carpa institucional que se emplea como auditorio provisional y en el parque infantil de O Corgo.

La calle de Cándido Acuña, el entorno de la capilla de San Antonio, la calle Pratería y el paseo de Lordelo fueron otros lugares en los que dejaron su huella los vándalos, quizás los mismos que unos días antes habían emborronado también la escultura de "Floreano" en Praza de Arriba.

"En el Concello lo teníamos todo preparado para que los vecinos pudieran acudir a los cementerios en una jornada tan especial, pero todo eso pasó a un segundo plano debido a la acción de estos maleducados", señala Ángeles Domínguez, que también critica que durante las actividades desplegadas el sábado "se tiraran cáscaras de pipas y castañas, papeles, bolsas y todo tipo de desperdicios en el suelo de la carpa institucional".

Por eso declara que "no es de recibo que nos quejemos del estado o carencia de nuestras instalaciones públicas e infraestructuras si después no las cuidamos o las dañamos, por ejemplo dejando los parques infantiles repletos de botellas rotas y todo tipo de objetos propios del botellón".

La concejala, que quiere felicitar públicamente a los integrantes del servicio de Limpieza, ya que "tuvieron que redoblar esfuerzos para poner orden después de todo lo sucedido", concluye que "esto que está pasando no es normal y no puede tolerarse; fue un ataque masivo al patrimonio de todos los grovenses".

Sin Policía Local

Hay que recordar, porque puede tener mucho que ver con lo sucedido este fin de semana y lo ocurrido en los últimos meses, que O Grove carece de Policía Local en horario nocturno, por lo que esta localidad, en cierto modo, queda desprotegida noche tras noche.

De ahí denuncias y quejas como las formuladas por diferentes vecinos que hablan de destrozos, ruido e incluso amenazas por parte de algunos jóvenes, sobre todo aquellos que practican botellón.

Es cierto que hay vecinos de O Grove que prefieren que esto no salga a la luz pública y que a través de las redes sociales tratan de restar importancia a estos hechos o incluso niegan lo evidente. Pero también lo es que los incidentes siguen en aumento, y las pruebas de ello son notorias.