Antes de ir a O Sarrido, los niños y profesores de A Pastora intentaron ver la ría desde el mirador que hay en la colina pegada a su escuela, y que le presta el nombre. Pero al llegar allí no solo comprobaron que desde allí no es posible tener una panorámica de la ría por lo mucho que han crecido los pinos de las laderas, sino que quedaron preocupados porque hay una barandilla rota, que puede ser un peligro de caída para los niños.
Otras excursiones que están previstas para los próximos meses son a A Armenteira, donde quieren conocer el río que baja del monte Castrove hasta desembocar en el Umia y una huerta ecológica, a O Grove, Santiago, Pontevedra o el Museo do Mar, en Vigo.
