El debate sobre la necesidad de dotar a O Salnés de una ambulancia medicalizada vuelve a escena. Tras la campaña iniciada por los trabajadores, bajo el paraguas de la CIG y apoyada por el BNG en toda la comarca, el 29 de abril el PP rechazaba en el Parlamento la ambulancia de soporte vital avanzado que sin embargo había apoyado poco antes en otros concellos, como el de Vilagarcía. El asunto quedaba zanjado. Pero los profesionales del sector no están dispuestos a tirar la toalla y acaban de retomar las gestiones para luchar por el servicio, en un contexto político diferente al previo al 24-M, pues la mayoría de ayuntamientos salinienses han cambiado de alcalde, a lo que hay que sumar el reciente relevo de Rocío Mosquera al frente de la Consellería de Sanidade.

En este sentido, el técnico de ambulancia José Manuel Ribadomar espera que Jesús Vázquez Almuiña "tenga más conciencia" que su predecesora en este aspecto, pues -arguye el conductor- el concello que gobernaba, Baiona, también sufrió un recorte del servicio de ambulancias y el exalcalde popular luchó por él.

Xabier Aboi, de la Fgamt-CIG de Pontevedra, acompañado de varios técnicos de transporte sanitario comparecieron ayer en el edificio sindical de Vilagarcía para dar cuenta de la campaña que han reactivado en aras de conseguir la ambulancia medicalizada para O Salnés, una zona que supera los 120.000 habitantes que fija la Organización Mundial de la Salud (OMS) para contar con un vehículo de soporte vital avanzado (además de los dos técnicos sanitarios, incluye un médico y un DUE especializados en emergencias sanitarias).

Según explica José Manuel Ribadomar, profesional del sector, el sindicato ha enviado un correo electrónico a todos los alcaldes de la comarca para que convoquen sus respectivas juntas de portavoces (a todos los partidos políticos de la corporación municipal) para iniciar una "campaña de movilización social". "No se trata solo de un apoyo institucional, sino de que los concellos hagan todo lo posible por lograr una ambulancia medicalizada para la comarca y movilicen a los vecinos", dice Ribadomar.

El sector ya piensa en concentraciones "o alguna manifestación" para denunciar lo que consideran una "discriminación y una injusticia". Y es que advierten de que la ausencia de un vehículo de soporte vital avanzado obliga a realizar trasvases en las rotondas y deja desatendidos los PAC al tener que subir a bordo de la ambulancia asistencial sus médicos y enfermeros en caso de una emergencia grave (accidente de tráfico, infarto, etc.).