Andrea Barreiro se convirtió en protagonista en la mañana de ayer en la Festa do Marisco. La remera recibió un homenaje sorpresa para homenajear una trayectoria realmente ejemplar con solo 24 años de edad.

La seis veces ganadora de la Bandera de La Concha vio como la visita de hasta diez de sus compañeras en el club Pasai Donibane terminó por convertirse en un reconocimiento de todo el pueblo de O Grove a una trayectoria que le ha llevado a convertirse en referencia del remo nacional femenino.

"No me lo esperaba para nada. Me llevaron medio engañada al ayuntamiento y cuando llegué allí me encontré con una sorpresa que no esperaba para nada. Fue muy emocionante", afirmó Andrea.

Tras iniciar sus pasos en el mundo del remo con doce años en la disciplina de Amegrove, el idilio de Andrea Barreiro con los títulos en la Bandera de La Concha empezó en 2008, precisamente en el primer año en el que se abrieron las puertas a las embarcaciones femeninas. Con solo 17 años, la grovense formó parte de la tripulación de Galicia que protagonizó una dinastía que le llevó a ganar hasta cinco títulos en la bahía de San Sebastián.

En tan solo siete años, la tripulación gallega subió hasta en cinco ocasiones al primer cajón del podio. En todos esos grupos que ondearon la bandera guipuzcoana estaba Andrea Barreiro.

En la última temporada, Andrea compitió en la Liga Gallega en las filas de Meira, pero fue reclamada por Pasai Donibane para preparar un nuevo asalto a La Concha tras dos años sin competir en la regata más importante del mundo.

En los últimos tres meses se desplazó a la localidad de Pasajes para prepararse con la tripulación vasca. En su posición de estribor dos aportó buena parte de su experiencia y calidad para guiar a la trainera vasca a ganar en su tierra.

Este pasado verano llegó su sexto título en la carrera de Andrea Barreiro, el primero con un club no gallego, pero en el que fue tratada como en su casa. Incluso diez de sus compañeras en las filas de Pasai Donibane están estos días en O Grove para disfrutar de la Festa do Marisco.

Esa visita fue el inicio del homenaje para su anfitriona. Y es que tras ponerse en contacto con el gobierno local se le preparó un acto sencillo que también contó con la complicidad de las autoridades locales y muchos de sus amigos grovenses.

No faltó la presencia de la propia Bandera de la Concha en un acto en el que Andrea quiso agradecer tanta muestra de cariño por parte de las decenas de personas que allí se dieron cita. Como deseo, la grovense espera que su excelente palmarés sirva de motivación "para que muchas niñas hagan del remo su deporte porque, la verdad, es que merece la pena".