El Concello de Cambados ya conoce cual es la intención de Portos de Galicia para su fachada litoral. La administración municipal recibió ayer el Plan Especial de Ordenación de los muelles de San Tomé y Tragove que conlleva la inversión de 4,3 millones de euros y en el que se recoge gran parte de las demandas realizadas por el actual gobierno para dar cabida a la plaza de abastos.

El documento remitido al Concello de Cambados incluye varias mejoras en los dos muelles, como son la reordenación viaria en Tragove o la habilitación de zonas de carga y descarga en las proximidades de las naves que existen en esa zona. También se mejorará el tráfico, en especial el de camiones pesados y la habilitación de zonas peatonales.

Esas mejoras viales no se limitarán a Tragove, ya que se extenderán por toda la fachada litoral, con la habilitación de un carril bici a lo largo de todo el paseo marítimo, desde las instalaciones deportivas de O Pombal, hasta el barrio de San Tomé. El proyecto también propone la creación de una pasarela de madera que conecte el paseo marítimo con la zona de acceso a la Torre de San Sadurniño, en el barrio marinero, la cual no causará impacto ambiental sobre la playa existente y sobre las mareas que existen en la zona. En la isla de As Goritas también se instalarán dos pasarelas de madera en los laterales para favorecer el acceso peatonal y dejar el actual puente solo para el tráfico de vehículos. En ese punto también está previsto reordenar la zona de estacionamiento con el fin de favorecer el acceso a la plaza de abastos y al casco urbano. Esa reordenación de los estacionamientos se extenderá asimismo a la avenida de Galicia, cambios a los que acompañarán la modificación de la Rúa da Praia, paralela al paseo marítimo, que se convertirá en semipeatonal con un nuevo firme y solo con acceso para los residentes, al igual que se va a hacer en la zona de la Alameda de San Tomé, mejorando las dotaciones en estos dos entornos.

Con respecto a la nueva plaza de abastos, el Plan Especial también incluye las modificaciones precisas para poder construir la segunda planta, donde se van a instalar las máquinas de refrigeración, siempre y cuando se respete un retranqueo con una inclinación mínima del 45%, algo que favorecerá el nuevo diseño de la plaza que está a elaborar el equipo de arquitectos.

Aprobación inicial

El plazo de ejecución de estas obras será de ocho años, desarrollándose en los cuatro primeros la mayoría de las obras en el entorno de San Tomé. Ahora, le toca al Concello mover ficha en forma de aprobación inicial del proyecto, lo que permitirá su exposición pública, además de solicitar un estudio de impacto ambiental a la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia.