Justo cuando expiraban los cien días de cortesía que en política se concede a los gobiernos para empezar a tomar tierra, el ejecutivo socialista de Vilagarcía firmaba un pacto con el Partido Popular para aprobar las liberaciones y desbloquear la organización municipal. Un acuerdo que "no todo el mundo entiende", admitió ayer el alcalde, Alberto Varela. Y es que incluso dentro de su propio partido hay preocupación y malestar, unas sensaciones que el gobierno intentó disipar en una reunión de la ejecutiva la noche del viernes. El regidor lamenta que este "globosonda ya desinflado" -en alusión a las críticas de pacto de gobierno encubierto-, sumado a "los tres meses de espectáculo" -por las negociaciones- hayan camuflado la acción de gobierno.

El ejecutivo del PSOE resume su balance de los cien primeros días de mandato en un listado con "40 decisiones". Aparte de estas acciones concretas, Varela destacó el cambio en las formas de atender a los vecinos, los servicios, así como las relaciones con el personal municipal y con las instituciones. En este sentido, hizo hincapié en la Diputación. "Antes se dejaba caer el papá mayor a dejar regalos de Navidad", criticó al expresidente provincial.

En opinión del gobierno socialista, también ha cambiado la gestión del urbanismo y de "entender el tejido económico" de Vilagarcía. En el primer caso, menciona la reactivación del PXOM, "que llevaba cuatro años metido en un cajón" y la defensa el patrimonio local, como la reciente conservación de la catalogación de la casa Becerra. Y en el segundo, el rechazo a los centros comerciales porque "no encajan en nuestro modelo de ciudad".

El alcalde echó la vista atrás y admitió haber cometido errores, aunque "algunos ni sabemos que los hemos cometido", confesó. "Legítimamente estamos orgullosos de este gobierno. El arranque no fue fácil, con sacrificios personales y económicos, pero esas dificultades nos hacen estar más unidos y fuertes que nunca", expresó el primer edil.

Volvió a insistir una vez más en el pacto alcanzado con el PP, un "acuerdo puntual para desbloquear la organización, y lo firmamos con el único grupo que se prestó a negociar", reprochó el socialista.

Aun asumiendo que se trate de un pacto única y exclusivamente para aprobar el pleno organizativo (salarios, liberaciones, indemnizaciones por asistencias a pleno, asignaciones a grupos políticos, consellos locais, ...), la realidad evidencia que el PP ha salido notablemente beneficiado del denominado "pacto de ciudad". En resumen: una liberación de 20.800 euros, un insólito cargo de confianza para un grupo de la oposición de 15.300, representación en todos los órganos municipales, así como en el Puerto y en la Mancomunidade, e incluir un listado de obras que ejecutará el Partido Socialista siempre y cuando cuenten con informes técnicos favorables.

Reta a EU a ir al juzgado

El regidor vilagarciano compareció ayer para hacer balance de los cien primeros días del gobierno acompañado de sus dos tenientes de alcalde, Tania García y Argimiro Serén. La portavoz del ejecutivo respondió a las acusaciones de Esquerda Unida sobre la presunta "extorsión socialista" con llamadas de madrugada para negociar la organización del Concello. Así, García volvió a exhibir una factura de su teléfono para demostrar que "la llamada que les hice más tarde fue a las 20,33 horas. Igual a esa hora ya están durmiendo, pero en política a esa hora estamos trabajando", ironizó la concejala, que retó a EU a acudir a los juzgados a denunciar la presunta extorsión.

Aunque el alcalde aseguró esta semana que tras los "tres meses de bloqueo" y la "estrategia" de Esquerda Unida para que el PSOE pactase con el PP tenderá la mano a la izquierda para "reconducir las relaciones", por el momento esta es una mera declaración de intenciones y hacerla realidad no se presenta tarea baladí. No obstante quedan más de tres años de mandato, un periodo en el que Alberto Varela asegura que habrá "muchas ocasiones" para demostrar que no existe un pacto de gobierno entre PSOE y PP. En efecto, será el tiempo el que quite o dé razones.