Tres años, esa es la estimación que maneja el Concello para las obras de remodelación de la plaza de abastos, una actuación que también va a afectar a los ambulantes que trabajan en los mercadillos de la villa del albariño. El Concello está buscando diferentes propuestas para su ubicación durante el período en el que se ejecuten las obras. El principal objetivo es mantenerlos en una zona próxima a la plaza de abastos, para que tanto el mercadillo como el mercado se retroalimenten, como vienen haciendo desde hace años, pero no va a resultar sencillo.

"La posibilidad de estar próximos a los vendedores de la plaza de abastos es una decisión que nos parece correcta, ya que creemos que ambos colectivos vamos a salir beneficiados", explica Alvite.

Charlín reconocía ayer que "estamos trabajando en varias alternativas para el traslado de la actividad del mercadillo, pero se realizará con el consenso de las diferentes entidades afectadas".

Esa situación se abordará en un encuentro que van a mantener con las placeras en los próximos días para explicarles el nuevo proyecto de la plaza de abastos, que ha recibido varias modificaciones para ajustarse a la inversión que tiene previsto realizar el Ministerio de Fomento.