El gobierno y la oposición en la corporación municipal de Vilagarcía se culpan recíprocamente de falta de diálogo e interés negociador para resolver en los primeros cien días de gobierno los asuntos de organización municipal como son las dedicaciones exclusivas, salarios e indemnizaciones, así como las representaciones en otros organismos. El alcalde socialista Alberto Varela sigue apostando por el diálogo para encontrar una solución, pero advierte al resto de los grupos que no aceptará "un acuerdo por presión".
"El gobierno socialista siempre estuvo y está abierto al diálogo. En numerosas ocasiones nos reunimos con los representantes de todas las formaciones políticas, incluso públicamente, demostrando siempre nuestra voluntad de diálogo, acercamiento y negociación. Somos conscientes de que estamos en minoría y de que tiene que haber una negociación, pero no a cualquier precio. La otra parte también tiene que estar dispuesta a negociar, aunque hasta ahora sus posturas han sido bastante intransigentes", puso de manifiesto el regidor municipal.
El alcalde reconoce que tiene sobre la mesa una nueva propuesta del Partido Popular para desbloquear la situación, pero la jornada de ayer marcada por continuas reuniones (Xunta Local de Goberno, junta de portavoces y comisiones informativas previas al pleno), resultó complicada para analizar con detalle su contenido.
Varela reconoce que no es bueno que se prolongue la situación, pero para ello todos tienen que poner de su parte y añade que la oposición también tendrá que tener en cuenta que los vilagarcianos han dado el mayor número de votos a los socialistas para que lideren el gobierno del cambio.
"Seguimos trabajando en la revisión de las tasas, en el documento del Presupuesto de 2016 para llevar estos temas al pleno cuanto antes. Esto demuestra que la actividad municipal no está paralizada y que el gobierno municipal está capacitado para sacar adelante los asuntos que interesan a Vilagarcía", destacó Alberto Varela.
El máximo representante del grupo socialista está convencido de que, así como su grupo ha podido sacar adelante la gestión municipal, podrá lograr un consenso con la oposición para aprobar los asuntos de organización de la corporación. Pero advirtió que en ningún caso adoptará un acuerdo presionado, sino que será producto de una negociación en la que se acuerde la mejor decisión posible para los intereses de Vilagarcía, manteniendo la fidelidad a los principios del Partido Socialista.
Opina la oposición
Para el portavoz del principal grupo de la oposición, el edil del PP Tomás Fole, "no es normal que un gobierno que presumía de cambio, y de mejorar las formas, es el único de España que no puede pactar los asuntos de organización de la corporación, lo que lo lleva de cara a unas actitudes prepotentes". Fole recuerda que en el anterior mandato el PP también comenzó el gobierno en minoría y resolvió estas cuestiones mucho antes con la oposición.
"Los socialistas han estado en fiestas tres meses con el fondo de armario del Partido Popular, maquillando nuestras inversiones y dando su particular cobertura. Es una estrategia de comunicación; dicen que modifican y hacen cosas, pero lo que se trata son de gestiones que dejó hechas, y en curso el PP. Desde el punto de vista de gestión propia, no se ve nada. Nosotros en el primer trimestre preparamos un plan de pago para proveedores y ellos solo se dedican a sacar proyectos en marcha", declaró Fole.
El portavoz popular también critica que los socialistas quieren cambiar algunas cosas solo porque las planteó el PP, como el diseño de Fexdega o el Obelisco. "Están viviendo de rentas y les va a durar bastante, porque dejamos una situación saneada", añadió.
Para el portavoz de EU-Son, Jesús López "han sido 100 días en los que por desgracia se confirma el fracaso inicial en la supuesta capacidad de alcanzar acuerdos fruto del diálogo. Demostrando además de poca habilidad una absoluta falta de transparencia durante el escaso tiempo dedicado al diálogo como tal. Pues todo su razonamiento y justificación de la situación actual lo fundamentan en que es culpa de todos menos suya, lo mismo que puede pensar el que entra en una autopista en dirección contraria y cree que son los demás los que vienen mal".
El dirigente de EU indica que los socialistas "no han hecho más que demostrar que su intención es aplicar una forma de hacer política que no podemos compartir, basada en la defensa de buenos salarios y responsabilidades repartidas entre los afines. Políticas hipócritas que defienden unos argumentos diferentes cuando son oposición que cuando les toca gobernar, ejemplo la propuesta del IBI. Es decir más de lo mismo, es decir más de la política más rancia y que no ofrece nada a la ciudadanía salvo caramelos de pantalla, mientras el gran pastel está repartido de otra forma no precisamente justa, no precisamente democrática. 100 días tristes para el futuro de Vilagarcia. Además tenemos ejemplos como la falta de contundencia en la crisis de la playa, la leve protesta por las obras en el colegio de Rubiáns o la estación de Renfe. Nosotros hemos dejado claro nuestras prioridades: cultura local, situaciones de emergencia social, empleo y circunstancias límite como las que viven las mujeres afectadas por violencia de género".
Gaspar González Somoza, de Somos Maioría considera que el gobierno no está haciendo las cosas como se esperaba. "No hay la renovación prometida ni ese talante de hacer de un pacto de ciudad. Se vieron sorprendidos por los resultados de las elecciones, no contaban con ser la primera fuerza. Están trabajando en solitario y no hay resultados. Quedan tres años y medio para corregir".
González Somoza añade que no se puede echar la culpa a la oposición por no conseguir sacar adelante todos los temas de organización. "Nosotros asumimos nuestra parte de responsabilidad, pero el gobierno municipal tiene que llevar adelante las negociaciones. Hay representaciones que ya podían estar confirmadas hace tiempo y el grupo socialista decidió no llevarlas al pleno".
El concejal del BNG Xavier Ríos, también achaca a la falta de capacidad del gobierno la dificultad para llegar a un acuerdo en el plano organizativo. "Esta incapacidad trae consecuencias, como la falta de participación ciudadana, democratización y transparencia. Al no llegar a un acuerdo en el plano organizativo no se reunieron comisiones fundamentales como el Consello Veciñal como órgano fundamental de la participación ciudadana, el Concello Económico e Social, CES, el Consello da Muller, que sería fundamental que estén funcionando ya, porque hay temas urgentes que deberían tratar. Es inaudito, nunca se dio esta situación en el Concello. Ya reclamamos que se ponga todo sobre la mesa para llegar a un acuerdo, pero no se está haciendo", expuso.
