Con la uva tan madura ya no queda demasiado margen de maniobra, de ahí que todo esté preparado para redoblar esfuerzos e intensificar el ritmo de vendimia en cuanto regrese el sol. Ya no se puede esperar mucho más, explican en el sector vitivinicultor, y aunque no se encendieron aún las alarmas, a partir de ahora el tiempo empezará correr en su contra.
Esto se debe a que el fin de semana iba a resultar especialmente intenso en esta vendimia que se lleva a cabo desde hace prácticamente dos semanas, pero las precipitaciones del sábado obligaron a reducir el ritmo, y las de ayer pararon por completo la actividad en prácticamente todas las fincas donde se estaba recolectando uva.
Así pues, ahora toca mirar de nuevo al cielo y confiar en que el tiempo "levante" cuanto antes para, ya sin descanso hasta el final, poner a buen recaudo una uva que por el momento mantiene su excelente calidad.
En Meteogalicia pronosticaban ayer que "se prevén cielos con nubes y claros durante los próximos días, ocasionalmente muy nubosos y con precipitaciones a diario", aunque los bodegueros tienen la esperanza de que a partir del miércoles mejoren las condiciones notablemente. Las temperaturas "serán normales para las mínimas y bajas para las máximas respecto a lo esperado para este periodo, con mínimas que ascenderán ligeramente aunque oscilarán y máximas que descenderán ligeramente", apostillan en Meteogalicia.
Las lluvias intermitentes que mantuvieron mojado el viñedo durante el fin de semana acumularon hasta las seis de la tarde 7 litros por metro cuadrado en la estación meteorológica de Pé Redondo (Meis).
