O Salnés pierde población. Los dos principales parámetros que miden la evolución del padrón de habitantes son los movimientos migratorios y los nacimientos y defunciones (su diferencia se denomina saldo vegetativo). En ambos casos, las cifras son negativas para el crecimiento de la comarca: en 2014 emigraron 3.582 personas frente a los 3.241 nuevos vecinos que se instalaron en los concellos salinienses, nacieron 842 bebés y murieron 1.002 personas. Estas cifras publicadas por el Instituto Galego de Estadística (IGE) ponen de manifiesto que O Salnés agudiza su declive poblacional al registrar más fallecimientos que nacimientos ya por cuarto año consecutivo.
Esta tendencia con motivo del envejecimiento poblacional comenzó en 2011, con 120 decesos más que alumbramientos. La situación fue empeorando en 2012 y 2013, y en 2014 el número de personas que perdieron la vida se redujo en 28, si bien continúa siendo más elevada que el de bebés.
Todos los ayuntamientos de la comarca sufren un saldo vegetativo negativo, a excepción de uno: Cambados. El año pasado nacieron en la localidad del Albariño 119 menores frente a los 98 del ejercicio anterior. En cuanto a los vecinos que fallecieron, el IGE contabiliza 103, 22 menos que en 2013. Esta evolución esperanzadora del censo cambadés ha provocado que el municipio haya recuperado su tradicional índice vegetativo positivo (+16) tras el bajón de 2013, cuando se situó en -27.
Hay que tener en cuenta que en Cambados fijaron su residencia en 2014 más nuevos vecinos de los que hicieron las maletas para mudarse a otros concellos, por lo que los saldos vegetativo y migratorio en cifras positivas garantizan un crecimiento demográfico de la villa cambadesa.
300 niños en Vilagarcía
No ocurre lo mismo con Vilagarcía, el principal ayuntamiento de O Salnés en cuanto a población y servicios. Y es que el proceso es el inverso: más muertes y menos nacimientos, si bien las variaciones son mínimas, permitiendo que se mantenga un tímido índice negativo (de -12 a -20).
En la primera década del siglo XXI, Vilagarcía llegó a rozar los 350 nacimientos en varios ejercicios, e incluso en 2009 alcanzó los 372. Pero los últimos registros apuntan a 300 niños, cinco menos que en el año anterior.
Aparte de Vilagarcía, también experimentaron un descenso de la natalidad Vilanova, Meis, Meaño y Sanxenxo.
En el otro extremo, a Cambados se suman otros tres concellos en los que vinieron al mundo más pequeños que el año anterior. Son O Grove (de 66 a 85 nacimientos), A Illa (de 33 a 34) y Ribadumia (de 50 a 55). No obstante el mayor número de alumbramientos no logra alcanzar el de decesos, por lo que en todos estos casos el saldo negativo se sitúa en niveles negativos (salvo en Cambados).
En lo referido al conjunto de la comarca, O Salnés abandonó en 2010 el listón del millar de nacimientos anuales, y por el momento no ha vuelto a recuperar esas cifras. Décadas atrás se llegaron a registrar hasta 2.040 niños nacidos en un año. Fue en 1978. En los años 80 la media oscilaba entre los 1.100 y 1900, mientras que en los 90 primaron cifras comprendidas entre los 800 y 900. Tras este bajón, en 2004 la comarca recuperó la senda del crecimiento de la natalidad al regresar al millar de alumbramientos. Pero estos niveles se conservaron durante siete ejercicios, hasta que en 2011 volvió a descender la cantidad de recién nacidos.
Si comparamos la situación demográfica de O Salnés con la de las demás comarcas de la provincia de Pontevedra, los datos del Instituto Galego de Estadística reflejan que la saliniense es la tercera con un peor saldo vegetativo (con -160), solo por detrás de Deza (-274) y Tabeirós-Terra de Montes (-166). Baixo Miño computa 95 muertes más que nacimientos, Caldas 113, O Condado 105, O Morrazo 48, A Paradanta 151 y Pontevedra 84. La única comarca de la provincia en la que nacen más personas de las que perecen es la de Vigo, con un índice vegetativo positivo de 23.
