El gobierno de Cambados apura los plazos para poder iniciar cuanto antes las obras de la nueva plaza de abastos. Así, este lunes se reúnen con el arquitecto que realizó en su día el proyecto por encargo de la Diputación, y el 17 de ese mes se desplazan a Madrid para mantener un encuentro a tres bandas con la Xunta de Galicia y el Ministerio de Fomento, que es el principal inversor.
Así lo anuncia el cuatripartito tras reunirse el miércoles con la noche con los vendedores de la plaza para explicarles las novedades surgidas en torno al proyecto y las expectativas de futuro. En el caso de la reunión con el arquitecto redactor, que es Alfredo Díaz Grande, marido de la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo, su finalidad es analizar las posibilidades de modificar el proyecto, pues tal y como lo plantea Díaz Grande el edificio excede la altura máxima que permite Portos de Galicia.
En lo que respecta a la reunión del día 17 en Madrid, el equipo que dirige Fátima Abal intentará convencer al Ministerio que dirige Ana Pastor y a la Consellería de Industria para que inviertan en 2016 el dinero que tenían previsto para este 2015, habida cuenta de que este año ya no será posible empezar las obras porque hay que cambiar el proyecto que dejó el anterior gobierno y tramitar con Portos el Plan Especial, lo cual todavía puede demorarse cerca de un año.
En cualquier caso, el portavoz del Ejecutivo local, Xurxo Charlín plantea que el hecho de que no se pueda levantar la segunda planta en la nueva plaza de abastos no significa que se resignen a achicar espacios en otras dependencias. "En esa segunda planta iban a ir la maquinaria de refrigeración y zonas de almacenaje, que se pueden reubicar en un bajo cubierta o un anexo en la planta baja. Hay que analizar todas las opciones".
Sin embargo, podría ser que el cuatripartito ni siquiera necesite ejecutar una obra de la envergadura que planteaba el PP. Y es que son muchas las pescantinas que consideran desmesurado el proyecto que está sobre la mesa, pendiente de cambiar. Es el caso de la propia presidenta del colectivo de vendedoras de la plaza, Eugenia Fernández, recientemente elegida para el cargo. "De ese tema aún no hemos hablado en la directiva, pero yo personalmente considero que ni hace falta un supermercado ni un restaurante. Lo que nosotras queremos es una plaza funcional y cómoda tanto para nosotras como para los clientes".
Eso sí, plantea que quieren unas "instalaciones del siglo XXI", en alusión a la antigüedad evidente de la actual plaza, y en la reunión del miércoles con el gobierno municipal, celebrada en Exposalnés, pidieron que se hiciesen algunos arreglos en el actual edificio, habida cuenta de que ya no podrán mudarse a la nueva tan pronto como en su día les había prometido el anterior alcalde. Así, pidieron que se cambien algunos cerrojos, que se limpie de vegetación y musgo la cubierta o arreglar las instalaciones eléctricas. "Nos hemos comprometido con ellas a hacer obras antes de final de año", añade Charlín.
En la reunión, el cuatripartito se comprometió una vez más a redactar una nueva ordenanza de uso de la plaza de abastos, pues considera que la actual se quedó obsoleta. De lo que no se habló es de si en la nueva plaza de abriría también por las tardes o no.
