La plaza de la verdura de Vilagarcía no se derribará. Así de contundente se lo trasladó ayer el alcalde de la ciudad, Alberto Varela, a una representación de las noventa labradoras que cada martes y sábado venden sus productos hortícolas frescos y de calidad en la nave de la verdura del mercado de abastos. El propósito del Ejecutivo socialista no solo se limita a mantener en pie la instalación, sino a potenciarla y modernizarla con una nueva imagen que le proporcionarán las obras previstas por el Concello. Ya fue a pleno una modificación de crédito para completar con fondos municipales la subvención concedida por la Xunta. En total se ejecutará una inversión de 80.000 euros.

Según el abogado de la asociación de las vendedoras de la plaza de la verdura, José Fernández, los trabajos consistirán en reponer la capa antideslizante del suelo (actualmente es azul y está deteriorada, y el colectivo propone colocar una verde), retirar los viejos azulejos de las paredes, pulir los puestos de mármol, pintar el techo y renovar toda la cartelería. "Se trata de actualizar la plaza de la verdura", resume el portavoz de las agricultoras.

El alcalde estuvo acompañado en la reunión por los concejales de Promoción Económica y Urbanismo, Juan Antonio Pérez Callón y Paola María Mochales respectivamente. Los ediles informaron a las vendedoras que las obras se llevarán a cabo en los próximos meses a la mayor celeridad posible para que en 2016, cuando la plaza de la verdura celebre su 50 aniversario, las instalaciones puedan presentar un aspecto completamente renovado.

Las agricultoras intentarán aprovechar esa efemérides para promocionar la compra de productos en la nave de la verdura con distintas actividades. Una de las iniciativas que la asociación pretende poner en marcha son unas jornadas gastronómicas sobre la huerta de O Salnés en las que colabore la hostelería local o bien algún cocinero de renombre a título particular. Por el momento todavía no hay nada definido.

Otra iniciativa que las labradoras expusieron al gobierno vilagarciano es la creación de una marca de calidad de los productos que se dispensan en la plaza de la verdura, recién recogidos de la tierra. "Para ello necesitamos la colaboración de las administraciones públicas", indica el abogado de la agrupación de vendedoras, José Fernando. Por su parte, Alberto Varela se compromete a que el Concello "ayudará a promocionar la plaza de la verdura".

Las mujeres salieron muy contentas del encuentro mantenido con los nuevos inquilinos de Ravella, pues pudieron conocer de primera mano y de viva voz que el edificio inaugurado el 22 de mayo de 1966 continuará funcionando como plaza de la verdura, una de las pocas que continúan operativas como tal en Galicia. Y es que el actual gobierno socialista no comparte el proyecto presentado por el bipartito de PSOE y BNG en el que se proponía derribar la nave donde trabajan las labradoras para construir un aparcamiento.

Por otra parte, las vendedoras se mostraron al alcalde los resultados de las campañas realizadas hasta el momento, que ya han logrado rejuvenecer la clientela.