La avispa asiática y el cangrejo rojo americano llegaron hace pocos años al ecosistema de O Salnés, y difícilmente se irán. Así lo cree al menos la presidenta del Colectivo Ecoloxista do Salnés, Marta Lois. Por ello, propone a la administración que más que intentar erradicar estas especies, las controle para que hagan el menor daño posible en los ecosistemas autóctonos y no se conviertan en plagas.
En lo que va de verano aparecieron cuatro grandes avisperos de "velutina" en O Salnés -uno en Cobas, Meaño, otro en Cabanelas, Ribadumia, y otros dos en Rubiáns, Vilagarcía-, y en Ponte Arnelas o Cabanelas hay tantos cangrejos americanos que es fácil pescarlos. Ambas especies son invasoras porque modifican el ecosistema al que han llegado, en contraposición a las especies exóticas, que no causan cambio alguno en su nuevo hábitat.
Marta Lois plantea que en el caso del cangrejo americano puede llevar a provocar la desaparición del europeo porque es más agresivo y porque transmite un hongo para el que la especie invasora está inmunizada, pero que es mortal para el cangrejo europeo. "Hace un tiempo hablamos con personal del Centro de Hidrobioloxía del embalse de O Con y nos dijeron que para ellos el cangrejo europeo no estaba extinguido del río Umia, pero la verdad es que ni yo ni nadie que yo conozca vimos nunca ninguno en este río", asegura.
Una de las hipótesis que se barajan para explicar la introducción del cangrejo americano es que se expandiese por el territorio después de una suelta deliberada en un embalse de A Coruña puesto que es una especie con aprovechamiento gastronómico y comercial, y el europeo lleva tiempo en retroceso. Marta Lois sostiene sobre esta especie invasora que "la administración realiza campañas para retirarlo, pero no con la frecuencia que debería", y plantea que los ecologistas empezaron a verlo en el Umia a mediados de la década pasada, cuando empezaron con el Proxecto Ríos.
"Está extendido por toda la península Ibérica y está presente en la mayor parte de los ríos, salvo en los cursos altos", señala la presidenta de los ecologistas arousanos.
Lois propone para el control de esta especie explicar a los ciudadanos las diferencias entre el americano y el europeo para que no pesquen éste último -algo que está prohibido, e implica multas-, que se sancionen las sueltas al medio natural, y que se realicen actuaciones de pesca selectiva periódicas.
